Pues mientras Tomás y Juankar quedaban para ir a por las buscarlas pintojas, Locustella naevia, de las costas Vascas, yo quedaba con mi buen amigo Ángel Ruiz Elizalde en las costas Cántabras.
Creo que nosotros tubimos más paciencia y más suerte.
¡Qué leches!, los que saben, saben, jeje.
Estoy de acuerdo con Juankar en los fotones que ha sacado Ángel, si es que es un monstruo.
El otro objetivo de la jornada era la curruca rabilarga, Sylvia undata, aquí tubimos menos suerte.
Aunque pudimos disfrutar de sus vuelos.
También pudimos disfrutar de un montón de especies, destacar: milano negro, halcón peregrino, curruca cabecinegra, chova piquigualda y piquirroja,..., estas para otra subida.