Cerca de Boumalne se encuentra el Tagdilt track, dicen que es el mejor lugar del paleártico para ver esteparias. No nos podemos quejar del día, pero las expectativas estaban por encima de lo que en realidad fueron. Es una planicie de gran extensión cubierta de una rala vegetación a los pies de la Cordillera del Atlas. Tras recorrer pistas y caminos pudimos ver Collaba desértica, Jird gordos en pequeñas comunidades aquí y allí, 9 Gangas comunes que pasaron altas, Ganga moteada que yo me perdí, Calandría picogruesa y una nueva especie, la Alondra cornuda sahariana.
Collaba desértica Oenanthe deserti
Jird gordo Psammomys obesus
Jird gordo Psammomys obesus
Jird gordo Psammomys obesus
Alondra sahariana Eremophila bilopha
Alondra sahariana Eremophila bilopha
Alondra sahariana Eremophila bilopha
Alondra sahariana Eremophila bilopha
Alondra sahariana Eremophila bilopha
Seguimos camino hacia Tagdilt, en busca de unas charcas de agua, con el ánimo de ver alguna Ganga. Poco después de bajar el coche levantamos un grupo de 5 Gangas ortegas, y entre la vegetación de los huertos surgidos alrededor del agua vimos fugazmente al Zarcero pálido oriental. En las orillas de la pequeña charca había Ranas verdes norteafricanas.
Ranas verdes norteafricanas Pelophylax saharicus
Ranas verdes norteafricanas Pelophylax saharicus
Ya de vuelta encontramos Terreras colinegras y Collaba culirroja. Tarde la íbamos a dedicar al turistéo por las Gargantas del Dades.
Terrera colinegra Ammomanes cinctura
Terrera colinegra Ammomanes cinctura
Collaba culirroja Oenanthe moesta
Collaba culirroja Oenanthe moesta
A medio día cuando cambiábamos el Tagdilt Track por las Gargantas del Dades se levanto un fuerte viento contra el que luchaba desesperadamente sin apenas avanzar, un Martinete.
Martinete común Nycticorax nycticorax
El río Dades va cortando en impresionantes gargantas varias alineaciones de montañas que forman la Cordillera del Atlas. Acompañando al río, la carretera atraviesa bucólicos valles, a veces remontando las gargantas a través de impresionantes puertos y otras veces acompañando al río entre verticales paredes. En su recorrido el intenso color verde de la vegetación se separa nítidamente del ocre de las montañas, allí donde llega el agua del río Dades, fuente de vida.
El valle esta repleto de Kasbahs, construcciones militares de adobe, que la falta de conservación esta llevando a la ruina a muchas de ellas.
La piedra ocre-rojiza, fruto de la erosión da lugar a caprichosas formas que junto a las sombras producen estampas como los llamados Dedos de Dios o Dedos de Mono.
Cuando la garganta se estrecha tanto que solo el río es capaz de pasar arañando las verticales paredes, la carretera se retuerce en impresionantes curvas para remontar a la parte alta de la meseta, para después río y carretera volver a juntarse y pasar juntos la siguiente garganta.
En el siguiente remonte de la carretera, por encima del río, a 2.000 m de altura, las vistas son excepcionales. Las áridas montañas han sido cortadas por las aguas del río en profundos barrancos, llenos de verdor por donde corren, dando vida, las aguas del río Dades.
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