DOMINGO, 17 DE MAYO DE 2009. ÚLTIMO “BIMBO”: SERRETA GRANDE EN VARSOVIA
<
Hoy partimos hacia Varsovia, última y breve escala antes de regresar a Bilbao. Nuestro viaje ha acabado. Con las maletas ya preparadas y como quedan dos horas hasta el desayuno, damos una vuelta por el bosque que hay alrededor de la casa. A estas primeras horas de la mañana hay una gran algarabía. Carbonero garrapinos (Parus ater), Herrerillo capuchino (Parus cristatus), Carbonero común (Parus major) y Pinzón vulgar (Fringilla coelebs) se afanan en busca del primer alimento del día. En el bosque vemos una curiosa flor, se trata de Trientalis europaea, de la familia de las primuláceas, que se encuentra sobre todo en el norte de Europa y se la considera una reliquia de la era glacial.
Trientalis europaea
Salimos del bosque y nos encontramos con Álvaro que ha madrugado más que nosotros y ha visto como un Azor común (Accipiter gentilis) entraba al bosque llevando una presa entre las garras y del cual ha podido sacar una foto testimonial.
Azor común (Accipiter gentilis). Foto Álvaro Rodríguez Pomares
En los claros del bosque también hay un gran movimiento. Zarcero icterino (Hippolais icterina) con su característico y continuo reclamo, Urracas (Pica pica) y Arrendajos (Garrulus glandarius). El Alcaudón norteño (Lanius excubitor) hoy también está en la que parece su “percha” favorita. Hay abundantes Lavanderas blancas (Motacilla alba) y Escribanos cerillos (Emberiza citrinella). El Vencejo común (Apus apus) se alimenta junto a la Golondrina común (Hirundo rustica), esta última hace continuas pasadas sobre el asfalto en busca de preciados insectos. Con todos los bártulos en el autobús nos hacemos una foto de despedida de todo el grupo mientras comienza a caer una fina lluvia. Tras despedirnos de nuestros amables y atentos caseros, que se han desvivido por tener todo a punto en los días que hemos permanecido en esta bonita cabaña de madera en las Marismas del Biebrza, partimos rumbo a Varsovia.
De izquierda a derecha y de arriba abajo: Joserra Martín, Rodolfo Blanco,
Paco Carballo, Juanma Domínguez, Ricardo López, Álvaro Rodríguez, Agustín Alcalde
Alvariño, Marta Prange, Cris Negueruela, José Luis Pacheco, Marek y Félix
A la media hora de salir y cuando acabamos de cruzar una pequeña aldea vemos un ejemplar albino de Gamo (Dama dama), al que sacamos algunas fotos desde el autobús.
Gamo (Dama dama) albino
Paramos en una gasolinera donde vemos, en los jardines de los alrededores Cuco común (Cuculus canorus), Alondra totovía (Lullula arborea) y Tarabilla norteña (Saxicola rubetra). En los arbustos vemos una Curruca zarcera (Sylvia communis). Ya cerca de Varsovia y pasado el pueblo de Trzcianka vemos posados dos Pigargos europeos (Haliaetus albicilla). Al pasar por las aldeas, en las cercanías de Varsovia hay por todos los lados un gran ajetreo de Urracas (Pica pica), Estorninos pintos (Sturnus vulgaris), Cornejas cenicientas (Corvus corone cornix), Tórtolas turcas (Streptopelia decaocto), Grajillas (Corvus monedula) y Grajas (Corvus frugilegus).
Graja (Corvus frugilegus. Foto Álvaro Rodríguez Pomares
Ya en el aeropuerto nos despedimos de nuestros guías Marta y Félix, y de nuestro chófer Marek, de los cuales nos traemos un grato recuerdo. Marta nos dedicó todo el tiempo del mundo para que nos sintiesemos lo más cómodos posible. Félix hizó todo lo posible por sacar las especies que le pedíamos y nos indicó las pautas de comportamiento para optimizar las posibilidades de verlas. Y Marek nos condujó con suma responsabilidad y pericia por las estrechas carreteras polacas. También aquí nos despedimos de varios galleguiños. Rodolfo se quedaba hasta final de mes, aumentado su tour por los Montes Cárpatos. Mientras Paco, Agustín y Álvaro cogían el avión de regreso a A Coruña, los demás nos quedabamos un día más para visitar la ciudad de Varsovia. Después de instalarnos en el acogedor Hostal Helvetia (recomendable por su relación calidad-precio) en la calle Copernica, estuvimos visitando la ciudad vieja que fue reconstruida después de que los alemanes, en su retirada, la destruyeran por completo durante la Segunda Guerra Mundial. Admirable el tesón del pueblo polaco que a partir de pinturas antiguas reconstruyó todos los edificios antiguos como estaban antes de ser arrasados por los nazis. En los parques hay cajas-nido que son utilizadas por Carbonero común (Parus major) y Herrerillo común (Parus caeruleus). Estorninos pintos (Sturnus vulgaris) y Palomas torcaces (Columba palumbus) picotean confiadamente por el césped.
Paloma torcaz (Columba palumbus)
Las Grajillas (Corvus monedula) y Urracas (Pica pica) forman parte también de esta avifauna urbana que usa confiadamente los parque públicos de la ciudad de Varsovia. En los arbustos y setos se ven las primeras polladas de Zorzal común (Turdus philomelos) y Mirlo común (Turdus merula). Observamos con curiosidad como una pareja de Corneja cenicienta (Corvus corone cornix) se afana cogiendo material para el refuerzo de su nido.
Corneja cenicienta (Corvus corone cornix)
En un corto paseo por las orillas del Vístula disfrutamos de un grupo de Gaviota reidora (Larus ridibundus), Charrán común (Sterna hirundo), Charrancito (Sterna albifrons) y cinco ejemplares de Serreta grande (Mergus merganser) que ante nuestros alucinados ojos se zambullen al unísono como si de un paso de Vals se tratara y que suponen nuestro último “bimbo” en tierras polacas.
Serreta grande (Mergus merganser)
Seguimos callejeando y admirando los bonitos edificios de Varsovia. Cuando se acerca la hora de la cena nos dirigimos a un restaurante próximo al casco antiguo, por el camino vemos simpáticos y ecológicos “taxis”.
Taxi ecológico. Foto Ricardo López
El restaurante nos lo había recomendado un familiar de nuestra guía Marta. Está bien decorado y con un aspecto acogedor. Sirven cocina tradicional polaca. De esta forma cenamos contudentemente: Sopa de Hongos y un potente plato con diferentes carnes acompañadas de berza fermentada, todo ello regado con buena cerveza. Después de la copiosa cena y antes de ir a dormir, degustamos unas cervezas y algún vodka en un pub polaco con música de piano en vivo. Es el momento del relax, de celebrar el exitoso viaje y planear viajes futuros.
En un pub de Varsovia. Foto Ricardo López
Al día siguiente nos despedimos de Joserra y Alvariño que se quedaban unas horas más en Varsovia, ya que su vuelo no salía hasta la tarde. La vuelta la realizamos vía Barcelona a pesar de que después de la final de la Copa del Rey, donde el Barça nos había dado una paliza, podríamos ser objeto de mofa. De hecho, nos ocurrió una pequeña anécdota: mientras preguntabamos a un empleado del aeropuerto catalán por la puerta de embarque hacia Bilbao a éste le sonó el móvil, como no podía ser de otra forma la melodía del celular era el himno del Barça que rápidamente se apresuró a apagar.
Avión de regreso a Bilbao
Y este cuento se acabo......................................amig@s
vpem
Estupenda la crónica que empuja a buscar un hueco en las vacaciones para visitar Polonia. Me ha gustado que lo hayáis dividido en Jornadas, y también que diferentes personas hayan participado en la elaboración de las entradas.
ResponderEliminarLo dicho una pasada de viaje.
Este blog pide a gritos un indice para que sea fácil buscar los artículos por temáticas, y poder rescatar artículos tan buenos como este para que no queden en el olvido.
Un relato interesantisimo de un viaje que no debía de haberme perdido. Asi que me alegro que lo hayais pasado tan estupendamente y que hayais bimbado en abundancia, para envidia de los que nos hemos quedado.
ResponderEliminar