viernes, 14 de agosto de 2009

Buscando gangas y ortegas. (1ª parte)

Eran las 6 y media de la mañana, habíamos quedado junto a una de las lagunas saladas que mantiene algo de agua de La Mancha, junto a la carretera nos esperaba un madrugador Ricardo Herranz a Manuel Estébanez y Tomás Crespo, unos fuertes abrazos que espantaron la fauna de los alrededores, y agradables palabras que presagiaban una jornada en excelente compañía, y sin más nos cargamos los trastos al hombro con la ilusión de disfrutar de disfrutar de una jornada de pajareo digiscopero


Llega la colocación de hides, y tanto Ricardo como Manu montan sus dos minúsculos escondites, Tomás en cambio despliega su enorme carpa de circo.

En el hide esperamos arrebujados lo que esta laguna de la mancha ofrece, fue una cogujada la primera victima que se acercó, y ávidos de llenar las tarjetas, la afotamos todo lo que pudimos

Una paloma se posa junto a nosotros, es una paloma domestica pero su belleza. Especialmente la de su ojo nos hace afotarla, entre risas Manu diría más tarde que esta había sido su mejor foto del día.

Las cigüeñuelas no paran y se desviven entre pequeños reclamos buscando su comida. Las bandadas palomas de torcaces rompen el silencio con su escandaloso aleteo
Una cría de avoceta se acerca inocente a nosotros, no así la madre, que mientras se acicala y mientras busca comida guarda las distancias
A nuestra izquierda escuchamos un típico reclamo de la meseta, es una bandada de patirrojas, que apeonan hacia el agua para calmar la sed matutina, mientras unas beben otras perdices permanecen atentas a cualquier movimiento o ruido, como el del rascón que grita mientras permanece oculto a nuestras espaldas.

Mientras los tarros canelos pasan la mañana acicalándose, los Andarríos chico hacen temblar su cola y se pasean como desfilando frente a nuestras troneras. los chorlitejos patinegros se desplazan en cortos sprints alguno como el del gif casi parece que corre como un toro, eso si, hasta que sienten la presencia del lagunero en lo alto, entonces quedan paralizados y se pegan al suelo, el lugar no decepciona y la variedad de especies nos entusiasma.


Son las 9 de la mañana y oímos a lo lejos unos gritos que recuerdan vagamente a los de las cornejas, y muy allá aterrizan las aves esteparias.
Ante nosotros están las responsables de que nos hayamos desplazado hasta aquí, el nerviosismo recorre nuestro cuerpo, poco a poco van aterrizando más, y más han llegado y se han ubicado en la tierra, que ahora por la sequía no está cubierta por el agua, en toda esta zona, el barro está brillante, el agua salada al evaporarse ha hecho de toda la zona seca de la laguna esté cubierta por una costra de sal, sorprende la facultad de las estas aves de beber un agua tan salada,
Las gangas son muy precavidas y se muestran nerviosas, hasta que están seguras de no haber peligro no se animan a acercarse a beber, y es escaso el tiempo que tardan en beber para salir volando ,nuestro hide está muy lejos de la zona en la que deciden beber, aún así disfrutamos intensamente las evoluciones de estas aves esteparias
Ganga ortega, hembra , Pterocles orientalis, Black-bellied Sandgrouse

Las ortegas parecen menos cardiacas, se pasean en lento caminar, pero no se acercan a nuestra posición por lo que tenemos que exprimir al máximo la capacidad del telescopio y la cámara para conseguir resultados en las fotos

Ganga ortega, macho , Pterocles orientalis, Black-bellied Sandgrouse
Las pagazas piconegras nos sobrevuelan constantemente y una inmadura reclama su comida, y con gran nerviosismo las afotamos lo mejor, que sabemos, aunque es Manu el que recoge la que sin duda es para mi la mejor foto de esta salida una cría de piconegra reclamando a una adulta, pero para ver ese foton habrá que esperar. Ahora os teneis que conformar con las mías
Así disfrutamos hasta las 11 de la mañana que es cuando las ultimas gangas y ortegas vuelan alejándose de una laguna salada, en la que la reverberación ya es más que patente.
Salimos los tres de los hides y los chasquidos que dan nuestros huesos, espantan a las cigüeñueñelas y a todo bicho que había osado permanecer cerca de los escondites, Es hora de recuperar agua y sales, que el calor, aunque no fue como nos temíamos nos había hecho sudar.

Mientras uno preferió un gazpacho apagar la sed. Manu, aunque la meteorología no invitaba a ello prefirió unas nutritivas y calientes gachas, eso es saber apreciar la gastronomía local, solo de ver como se las comía nos daba sudores a los otros comensales.

A la tarde Ricardo nos llevó a otra laguna donde afotar. allí el ambiente será verde como se ve en la foto de D. Manué, pero esa otra parte de la jornada lo contaremos en otra entrada.

5 comentarios:

  1. Bueno, a esto le llamo yo, TRIUNFAR. Menudo caló tenia que hacer. Espero segunda parte, con fondo verde, que es mas fresco.

    Saludos Juankar.

    ResponderEliminar
  2. Hola. Acabo de descubrir vuestro blog. Me parece impresionante. A partir sere uno de vuestros seguidores.

    Por cierto; os invito a pasaros por mi blog: http://faunaorientalleonesa.blogspot.com/

    Echarle un vistazo y si os gusto agregaros como seguidores.

    Saludos y Gracias

    ResponderEliminar
  3. No sé que entiendes tú por "pequeños hides" para albergar a tamaños digiscopers. Preciosas fotos!!
    Saludos
    alfonso abella

    ResponderEliminar
  4. Pues veo que se os dió de maravilla el día porque después de todo pillasteis a la gangas y ortegas y con una calidad alucinante, ya quisiera yo....jeje.

    Un saludo Tomás y enhorabuena por este lujo de fotos.

    ResponderEliminar