sábado, 5 de septiembre de 2009


Por estas fechas, la mayoría de las aves que han criado en la zona del Valle de Losa, viajan en busca de otros horizontes.
Yo también tenía que buscar otros lugares. Y uno de ellos era Salburua.
Y junto a Juani, allí nos dirigimos un día por la mañana.
Cuando llegamos pudimos apreciar que el estío había hecho mella en el nivel del agua y en sus playas de limos y orillas de poca profundidad correteaban los andarríos grandes en busca pequeños animalillos de que alimentarse.

Andarríos grande



Andarríos grande


En aguas algo mas profundas dormitaban los jóvenes somormujos lavancos, cuando no reclamaban su ración de comida a sus adnegados progenitores.

Somormujo lavanco, joven

Cerca revoloteaban pequeños pajarillos, como los jilgueros, llenando de color y música el caluroso ambiente del verano
Jilguero

En el agua la recién llegadas cigüeñuelas, se miraban en el espejo del agua mientras vadeaban esta con sus largos zancos y recogían con el pico a modo de delicadas pinzas los micro insectos que pululan en la superficie
Cigüeñuela

Atenta a cualquier movimiento bajo el agua, la garza real, aguarda a su presa
Garza real



De pronto, cuando la calma reinaba debido al agobiante calor, mas de doscientas cigüeñas blancas y otros tantos ánades frisos, que descansaban en las orillas, después de una cansada etapa migradora, levantan el vuelo, formándose una gran algarabía en poco tiempo

Cigüeñas blancas en vuelo

El motivo de tal desasosiego son en centenar de ciervos que cruzan la laguna. Después de pasar el día pastando en zonas abiertas, regresan a zonas mas umbrías, en busca de un frescor que quizás no exista en este día. A su paso no a quedado un ave sobre el agua, o al menos a la vista

Ciervos



Ciervos



Ciervo



 Ciervos

Después de tan magnifico desfile, poco quedaba por ver en la zona. Solo recoger todo y pensar en la siguiente excursión.










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