CACERES 2010

Otro año mas no podía faltar nuestro excursión a Cáceres. Nuestra pequeña cita con las grullas. Nuestro centro de operaciones es Zarza de Montanchez, donde tiene Javi una casa donde nos alojamos. Tierra de buenos jamones y embutidos, vino de pitarra y muchas cosas ricas, pero además, tienen una enorme encina de mas de 800 años llamada La Terrona, con una altura de 17 m y 25 m de diámetro, y un perímetro del tronco de 10 m.

Encina La Terrona

Como corría peligro de desgajamieno le han puesto una serie de muletas, además de proteger del pisoteo su base. Así, este coloso de la naturaleza podrá perdurar otros 800 años mas.

Antes de llegar al pueblo estuvimos en Monfragüe, y cosa rara, nos fuimos un poco fríos, pues no conseguimos ver todo lo que otros años nos ha deparado este lugar. Otra vez será, seguro.
Pero el roquero solitario si fue fiel a la cita, bueno también la imperial, el buitre negro, y algunos mas pero estuvieron lejos.

Roquero solitario Monticola solitarius

Roquero solitario Monticola solitarius

En una gravera cercana a Plasencia me pude dedicar a las cogujadas montesinas

Cogujada montesina Galerida theklae

En mitad de un camino encontramos a un ejemplar de galápago leproso jovencito pero muy viajero, el agua le quedaba lejos y caminaba en dirección contraria a ella.

Galápago leproso Mauremys leprosa

En medio de una carretera poco frecuentada, menos mal, todavía reposaba una culebra viperina. Unas fechas muy tardías para las aventuras de un ofidio, además que hacia bastante frío.

Culebra viperina Natrix maura

Cuando llegábamos al pueblo a la noche veíamos muchos anfibios recién metamorfoseados saltando en la carretera. Se trataba de sapillos moteados y pequeños sapos corredores. Otro año habrá que dedicarles mas tiempo.

Sapo corredor Bufo calamita

Hace un año al cruzar sobre el río Almonte, mis compañeros de viaje vieron unas collalbas negras. Yo estaba en la búsqueda de una nutria, y me quede sin verlas. Este año, allí estaban en el mismo lugar. Y aunque un poco lejos se dejaron fotografiar

Collalba negra Oenanthe leucura

Collalba negra Oenanthe leucura

También visitamos unos pantanos donde el año anterior vimos nutrias, pero este fallaron, lastima. Pero allí pudimos disfrutar con los archibebes claros, las agachadizas, garcetas comunes y grande, cercetas comunes, escribanos palustres y hasta un rascón que se paseo a escasos metros de nosotros sin ningún temor, cunado marchábamos, pero ya no quedaba luz y todas las fotos quedaron movidas.

Archibebe claro Tringa nebularia

Agachadiza común Gallinago gallinago

Agachadiza común Gallinago gallinago

Garceta grande Ardea alba

Pero donde no falla la visita es a las Vegas Altas. Allí es el lugar de reencuentro con las grullas. Estuvimos un lunes, el segundo día después de llegar a estas tierras, y el panorama no era muy alentador. Eran las primeras grullas que veíamos en todo el viaje y había pocas grullas y no vimos ningún ánsar.
Durante el transcurso de la semana el tiempo empeoro mucho en el norte (fuertes nevadas y heladas). Volvimos el sábado a Vegas Altas, y las grullas y los ánsares entraban desde el norte en continuos bandos. En los campos se podían contar por miles.
Que cambio. Que gozada. Que éxtasis.

Ánsares comunes Anser anser en vuelo

Grullas comunes Grus grus en vuelo

Grullas comunes Grus grus en vuelo

Grulla común Grus grus

Grullas comunes Grus grus

Grullas comunes Grus grus grupo familiar

Ánsares comunes Anser anser El primero (desenfocado) es un Ánsar piquicorto Anser brachyrhinchus

Ánsares comunes Anser anser

En la zona también son muy abundantes los pajarillos, que se reunen en las acequias y sotos que rodean los campos de regadío y arrozales

Buitrón Cisticola juncidis

En el mismo lugar también podemos ver alcaudones meridionales, cernícalos comunes, elanios, aguiluchos pálidos y laguneros. Y hasta dos pavos reales acompañados de un ánsar egipcio que encontramos en un camino a las afueras de los jardines de una urbanización.

Alcaudón meridional Lanius meridionalis

Alcaudón meridional Lanius meridionalis

En la zona son muy abundantes los Bengalís rojos, aunque son muy escondedizos y solo se dejan ver en vuelo cuando salen en grupos de una mata a otra. También hay Pico coral pero son menos abundantes.

Bengalí rojo hembra Amandaba amandaba

Bengalí rojo macho Amandaba amandaba

La tarde daba a su fin y nos propusimos ir al embalse de Sierra Brava, pues veiamos movimentos de aves que se dirigian hacía allí. Cuando llegamos aun llegaban gaviotas reidoras, pero la superficie del agua estaba llena de anátidas. Allí pudimos ver todas las especies de ánades, azulones, frisos, cucharas, rabudos, silbones, acompañados por cercetas comunes, somormujos lavancos, ánsares comunes en las orillas, todo en cantidades de miles, tarros blancos y tres tarros canelos. Las dos fotos siguientes son dos pequeñas parcelas de agua del embalse, que tiene varios km de largo. Toda la superficie visible del embalse se encontraba igual.

Pantano de Sierra Brava

Pantano de Sierra Brava

Finalmente nada mejor que despedir el día con un sereno atardecer rojizo, cruzado por los lejanos trompeteos de las grullas.

Pantano de Sierra Brava