sábado, 19 de marzo de 2011

Polistes nimpha Christ 1791


Las Avispas forman parte del orden de los Himenópteros, agrupándose alrededor de 5.000 especies dentro de la familia Vespidae. El género Polistes está formado por unas 300 especies a las cuales se las denomina Avispas papeleras, debido a que sus nidos están construidos con madera masticada. En la Península Ibérica se han descrito 11 especies pertenecientes a este género.



Las Avispas se caracterizan por su coloración negra y amarilla. Suelen presentar un color de fondo negro con manchas y franjas amarillas, cuya disposición y diseño ayuda a identificar a las diferentes especies. Otra característica típica de las avispas es que la base del abdomen es muy estrecha. Además la especie que nos ocupa, Polistes nimpha, se caracteríza por presentar la parte dorsal de las antenas negras y la ventral rojiza.

Se trata de una especie depredadora, para lo cual está dotada de unas mandíbulas bien desarrolladas y un aguijón en el extremo del abdomen, con el cual inócula toxinas que paralizan y matan a sus presas. Estas son ofrecidas a sus larvas, las cuales secretan un líquido dulce que consume el adulto, aunque también acude a las flores para libar su nectar.

Su ciclo vital se desarrolla a lo largo de la primavera y el verano. La avispa es un insecto social formando colonias compuestas por hembras fecundas y obreras, llegando a alcanzar los 50 ejemplares. Al final del verano, nacerán machos y hembras que se aparearán, muriendo todos los integrantes de la colonia, excepto las hembras fecundadas que pasarán el invierno escondidas en oquedades. Su nido es de celulosa formando celdillas, que quedan adheridas al sustrato por un único pie.

Se la puede encontrar denro de las regiones tropicales y subtropicales, en una gran variedad de ambientes, incluso conviviendo con el ser humano en sus edificaciones.

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