Arrimándose a la pared para recibir el necesitado calor, los adultos son los primeros en dejar la obscuridad del cubil.
El macho y la hembra buscan por separado su sitio cerca del nido.
Esta hembra vigila el entorno mientras se solea.
Estos son los jóvenes inquietos que dentro de unos días conocerán otros espacios.
Buen documento Martín, pues el Mochuelo es una especie muy poco común en Vizcaya con apenas un puñado de parejas.
ResponderEliminarSaludos,
Juanma.