Ranita meridional Hyla meridionalis
Parecida a la Ranita de San Antonio Hyla arborea, la raya negra del costado en la H. meridionalis acaba en las axilas de las patas delanteras.
La ranita meridional habita en embalses, lagos y charcas bien camuflada entre la vegetación que la rodea, pasando desapercibida gracias a su críptica coloración.
Posee unas largas patas, con ventosas en las puntas de los dedos que le permiten trepar con facilidad por la vegetación y en superficies lisas.
Tiene una distribución discontinua, habitando en el sur de Francia, oeste de Italia y Cataluña. Suroeste de la Península Ibérica y norte de Marruecos.
También se la puede encontrar en Menorca, Madeira y la isla de La Gomera en las islas Canarias donde ha sido introducida por el hombre.
Es de costumbres mas bien nocturnas, saliendo de sus escondites a la puesta de sol para alimentarse de insectos y arañas.
Los machos poseen un gran saco bucal que lo utilizan a modo de amplificador de su canto que es uno de los mas potentes entre los anfibios europeos.
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