Dunas del Erg Chebbi
Amanecemos junto a las dunas del Erg Chebbi, estamos en el borde del desierto del Sahara. Es sorprendente que en medio de está aridez, aún hay vegetación salpicada aquí y allí, y mas sorprendente aun es que aquí sigue habiendo gente viviendo, y no digo de la gente que mantiene los alojamientos en los que nos hospedamos, sino gente que vive del pastoreo y de mínimos recursos.
Dromedarios
Nuestro objetivo en esta zona es ver al Gorríón sahariano, la Alondra ibis, el Corredor sahariano, la Curruca sahariana, y el Chotacabras egipcio. Son especies muy difíciles de encontrar, su densidad es muy baja y los terrenos desérticos a explorar muy amplios. Ya desde las habitaciones al amanecer vemos la actividad de las gentes de la zona, actividad dedicada casi en exclusiva al turismo.
Dromedarios
Caravana de dromedarios con turistas que han pasado la noche durmiendo entre las dunas
Jopos entre las arenas y los tarajes
Cuervo del desierto Corvus ruficollis
Collalba negra de Brehm Oenanthe leucopyga
Después de revisar todos los hoteles y casitas en nuestro camino, en busca del Gorrión sahariano, llegamos al Hotel Yasmina. Cerca, mientras explorábamos la zona, encontramos unas redes japonesas. Allí estaban anillando. Nos retiramos para no molestar y nos acercamos al hotel, donde conocimos a Josema y a Rafa, que realizaban una campaña de anillamiento. Como tenían que recoger lo capturado, esperamos a su regreso y cual fue nuestra sorpresa, y la de ellos?. En una de las bolsas traían un Gorrión sahariano. En vivo y en directo, mas cerca imposible. Que gozada. Ahora nos faltaba verles en libertad.
Gorrión sahariano Passer simplex
Verles en libertad, a día de hoy es muy difícil. El gorrión común, acompañando a las construcciones humanas ha desplazado al Gorrión sahariano de sus lugares habituales de cría, habitando solo donde el Gorrión común no llega. Entre sus capturas también venía una agresiva Abubilla.
Abubilla europea Upupa epops
Después de ver el resultado del anillamiento, nos dispusimos a buscar nosotros por nuestra cuenta a los habitantes del desierto. Para la tarde hemos alquilado unos todoterrenos con conductor para que nos lleven a ver las especies que no seamos capaces de ver.
Tomamos una pista donde sabíamos que con suerte pudiéramos ver Alondra ibis, Corredor sahariano e incluso el Chotacabras egipcio.
Costo. pero al final pudimos ver a placer a dos Alondras ibis, del resto ni rastro.
Por la tarde a bordo de dos todoterrenos surcábamos arenas, pedregales, y rala vegetación que componen esta parte del desierto. Sorprende ver, que después de hacer largos trayectos en los que no hay absolutamente nada salvo arena y piedras, de pronto asoman retazos de vegetación y vida. Cuando ya no esperábamos encontrar nada llegamos a una pequeña casa en medio de la nada, alli nos recibe una mujer y su hijo. La mujer monta en uno de nuestros todoterreno. Nos va a indicar donde ver a un Chotacabras egipcio. Cuando llegamos a la orilla de lo que un día fue un cauce de agua, paramos, y nos hacen indicaciones para que miremos con los prismáticos a algo que hay bajo un pequeño arbusto espinoso.
Cuesta verlo, a algunos un buen rato, pero allí, hay un Chotacabras egipcio.
A la distancia a la que estaba y a simple vista, era difícil de ver. He dejado esta fotografía sin recortar y sin ampliar para apreciar la dificultad de localizarlo. Está sacada con un 500 mm, y apenas se le ve.
Chotacabras egipcio Caprimulgus aegipyptius
Después del éxtasis, nuestra borrachera ornitológica solo había hecho comenzar. Nuevamente surcamos las dunas, cuando el conductor nos indica que hay dos Corredores saharianos delante de nuestro coche. Tan sorprendidos ellos, los Corredores, como nosotros, nos miramos fijamente.
Corredor sahariano Cursorius cursor
Corredor sahariano Cursorius cursor
Entre las arenas encontramos una pareja de Terreras comunes, y poco mas lejos la Curruca sahariana, que mas podíamos pedir. Nos movemos rápidos, porque aun quedan cosas por ver y estamos lejos, casi en la frontera con Argelia.
Pero aun nos faltaba la guinda del pastel. Íbamos a por el Gorrión sahariano. Visitamos varios pequeños poblados de dos o tres miseras casitas en mitad del desierto. En estos sitios hay que encontrar al Gorrión sahariano, en los lugares donde aun no ha llegado el Gorrión común.
Tras varios intentos en diferentes asentamientos de nómadas, por fin encontramos varias parejas de gorriones saharianos juntas, y se armo la revolución, ante la mirada atónita de la media docena de pobladores, mujeres y niños con algunas cabras.
La tarde, de un día increíble, se acababa y había que regresar antes de que cayera la noche. De nuevo surcábamos los mares de arena para regresar. Aun encontramos mas asentamientos humanos siempre acompañados de Dromedarios y Cabras.
Dromedarios Camelus dromedarius
Puesta de sol en las dunas
Aun nos quedaba salir desde el Yasmina, por una pista, hasta la carretera que va hasta Erfoud donde dormiríamos. Y se hizo de noche. De noche todas las pistas son iguales y hay docenas de ellas. Los traicioneros bancos de arena en la misma pista los ves cuando estas encima, y a punto estuvimos de quedarnos en mitad de la arena, en plena noche. Cuando llegamos al asfalto respiramos hondo...
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