Hiperbóreos, Groelandesa, Kumlieni y Delfín en Santoña

Gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus) adulto

Este fin de semana ha sido muy movido. No he aparecido por casa, más que para dormir, y más bien poco. El sábado quedé con dos buenos amigos de Madrid, Manolo Arribas y Nacho Cabeza para acompañarles por Santoña y alrededores.

Gaviota tridáctila (Rissa tridactyla) adulta de invierno

A las 8:30 horas estabamos en el observatorio de La Arenilla comenzando nuestra jornada pajarera. Como es habitual, allí estaban en sus posaderos habituales el Halcón peregrino (Falco peregrinus) y el Águila pescadora (Pandion haliaetus). Pero nuestros objetivos para este año eran otros. Nacho llevaba subiendo 2 años en invierno con la esperanza de ver un Alca (Alca torda), y este tenía que ser el año. Y Manolo, todavía era más ambicioso y quería sumar a su extensa y magnífica galería de fotos a un Colimbo chico (Gavia stellata), una Gaviota groelandesa (Larus glaucoides) y un Somormujo cuellirrojo (Podiceps grisegena). Cada año me lo ponen más difícil.

Gaviota groelandesa (Larus glaucoides) de primer invierno. Foto Manolo Arribas

Somormujo cuellirrojo (Podiceps grisegena). Santurtzi, 2007. Foto Juanma Domínguez

Así que con estos objetivos en mente planeamos el itinerario. El primer destino fue el paseo marítimo de Santoña para intentar localizar los colimbos. Solo dimos con 3 Colimbos grandes (Gavia immer), del chico ni rastro. Luego nos acercamos hasta el puerto de Santoña en busca del Alca. Pero ésta no apareció. En su lugar nos encontramos con 4 Gaviotas tridáctilas (Rissa tridactyla) adultas que hicieron las delicias de mis dos acompañantes. Disfrutamos de sus vuelos, y se dejaron fotografiar nadando en el agua.

Gaviota tridáctila (Rissa tridactyla) adulta. Foto Manolo Arribas

Gaviota tridáctila (Rissa tridactyla) adulta

Desde aquí nos fuímos hasta Montehano en busca del Somormujo cuellirrojo, pero este no quiso aparecer. Apenas 3 Zampullínes cuellirrojos (Podiceps auritus) y una docena de cuellinegros (Podiceps nigricollis) aguantaban el fuerte viento que hacía en ese instante. Poco a poco el día fue empeorando en lo meteorológico, pero las ganas seguían intactas. Desde aquí nos trasladamos al puerto de Laredo, donde esperabamos encontrar el ansiado Alca. Y nada más llegar allí estaba un juvenil de esta especie acicalándose. Así que sin perder tiempo, nos pusimos a fotografiarlo. Una pena que el día estuviese tan oscuro y lloviznando. Pero al menos Nacho se volvía para Madrid con la satisfacción de ver uno.

Alca común (Alca torda) joven

Para entonces, ya eran las 13:30 horas, y el hambre apretaba. Así que de vuelta a Santoña, paramos en un bar donde nos pusieron unos bocatas de tortilla. Y sin perder tiempo, nos dirigimos de nuevo al puerto. Nada más llegar, en el tejado de las lonjas localizamos un Gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus), pero para nuestra sorpresa se trataba de un adulto. Ninguno de los 3 habíamos visto antes una gaviota tan impresionante, tan blanca. Fue una delicia ver sus evoluciones en vuelo.

Gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus) adulto. Foto Manolo Arribas

Pero es que ensimismados con tal belleza, no nos dabamos cuenta de que en el agua había un primer invierno de Gaviota groelandesa. Nacho y Manolo no sabían donde mirar. Y el colmo fue cuando al dueto se sumó un primer invierno de Gavión hiperbóreo. Entonces sí que ya no nos daban los ojos para ver tal despliegue de gaviotas. Más que en Santoña, parecía que estabamos en el Ártico.

Gaviota groelandesa (Larus glaucoides) de primer invierno

Después de tan espectaculares avistamientos, decidimos ir a la Ría de Boo a probar suerte de nuevo con el Somormujo cuellirrojo. Pero de nuevo, no dimos con él. Pero a cambio, nos encontramos con Juantxu y Gonzalo que tenían localizada una Gaviota enana (Larus minutus) adulta. Después de contemplar su vuelo tipo fumarel, y casi plegando los bártulos, vemos una gaviota que nos llama la atención. Tras examinarla, no nos lo podíamos creer, se trataba de una Gaviota groelandesa de la subespecie kumlieni, originaria del Cánada ártico. Creo que mis compañeros (de tierra adentro) no fueron conscientes de tal bimbazo.

Gaviota groelandesa (Larus glaucoides ssp. kumlieni) adulta

junto a una Gaviota patiamarilla (L. michahellis) y una Gaviota sombría (L. fuscus)

Gaviota groelandesa (Larus glaucoides ssp. kumlieni) en la derecha

y Gaviota sombría (Larus fuscus) en la izquierda

Desde aquí, nos fuímos hasta La Junquera en Pedreña, para enseñarles a Nacho y Manolo este lugar excepcional para ver limícolas. Pero la marea estaba ya muy alta y no quedaba ninguno en sus orillas. Y ya casi de noche, intentamos localizar el Cisne cantor (Cygnus cygnus) en Elechas, pero tampoco estaba allí. No se pudieron completar todos los objetivos con los que partíamos, pero creo que los avistamientos que realizamos fueron más que interesantes. Además, el domingo gracias las indicaciones de Tomás, consiguieron encontrar unos Escribanos nivales en la zona de Santander. Espero que se fuesen contentos y con ganas de repetir el próximo invierno.

Escribano nival (Plectrophenax nivalis). Foto Manolo Arribas

Y el domingo después de realizar el censo de gaviotas invernantes en la zona que tenía asignada en Vizcaya, me he vuelto a acercar a Santoña con Iván. Allí, bajo una intensa y pertinaz lluvia, nos hemos encontrado con Jesús Menéndez y Ángel R. Elizalde que habían recibido las noticias de la presencia de las gaviotas árticas.

Gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus) adulto

Gaviota groelandesa (Larus glaucoides) de primer invierno

Mientras disfrutabamos de sus idas y venidas, vemos que Jesús empieza a hacer un gesto con la mano, como si fuese un barco mecido por las olas. Al asomarnos al muelle, no dabamos crédito a lo que veíamos. En la bocana del puerto, aparece y desaparece una aleta, que vuelve a aparecer a unos 10 metros de donde estabamos. Se trataba de un Delfín común (Delphinus delphis) que tranquilamente ha estado nadando dentro del puerto durante unos 30 minutos. Menudo fin de fiesta.

Delfín común (Delphinus delphis). Foto Jesús Menéndez

Delfín común (Delphinus delphis). Foto Jesús Menéndez