sábado, 9 de marzo de 2013

Bosque de Río Tigre: Internándonos en la península de Osa

NOTA: Por causas "personales" hemos tenido interrumpidas durante unas semanas nuestras andanzas por Costa Rica. Quedan tres capítulos que en los próximos días iremos publicando y que hoy reiniciamos con nuestras andanzas por Bosque de Río Tigre. Para recordar donde habíamos quedado en el anterior relato, decir que habíamos finalizado nuestras 3 jornadas en Rancho Naturalista en la provincia costarricense de Turrialba".

De Rancho Naturalista nos dirigimos al aeropuerto Tobias Bolaños que es el segundo aeropuerto de San José y de allí salen los vuelos "domésticos". Uno de esos vuelos, en una avioneta-taxi de 12 plazas, nos conduciría a Puerto Jiménez en la península de Osa, donde vamos a pajarear en los próximos días. Empezaremos por Bosque de Río Tigre, en una punta de la península, para dirigirnos luego a Bahía Drake que está en el otro extremo de Osa.
Avioneta-taxi

 El vuelo dura sobre 60 minutos y a medida que vamos avanzando las colinas, valles y bosques de Costa Rica dan paso a una bella costa, con una amplia red de manglares donde está ubicada la famosa península de Osa.
Costa de la península de Osa
En el austero aeropuerto, una pista de aterrizaje y poco más, nos recogen un par de taxis que nos conducen al lodge de Bosque de Río Tigre. Este está metido en la selva en un meandro del río, curso de agua que hay que cruzar para llegar a él. El lodge consta de un edificio que está casi completamente abierto al aire libre, las habitaciones tienen vallas en vez de paredes en los laterales, creando la sensación de estar durmiendo en la casita de un árbol en medio de la selva, combinando el ambiente rústico con una gran calidad. Contrariamente a lo que se puede pensar no tuvimos ningún problema con mosquitos u otros insectos. Además de estar cubierta la cama con una amplia mosquitera, en una de las habitaciones estaba "alojada" una familia de Murciélago de líneas blancas (Saccopteryx bilineata) que mantenían a raya a cualquier ser diminuto.
Lodge Bosque de Río Tigre
Liz, la propietaria del lodge, nos da una pequeña charla sobre las normas de utilización de una manera sostenible del alojamiento y sus instalaciones (uso del agua, de la luz...). Tras estos breves consejos comemos unos sandwiches y nos vamos con Abraham (el otro propietario y buen conocedor de la fauna de la zona) a inspeccionar los alrededores y tomar nuestro primer contacto con la naturaleza de Bosque de Río Tigre.
Grupo pajareando
Vemos mecerse en su nido, al borde de un sendero, una hembra de Saltarín cuellinaranja (Manacus aurantiacus). También observamos Formicario enmascarado (Formicarius analis), Bienteveo común (Pitangus sulphuratus) y Tangara costarricense (Ramphocelus costaricensis). De esta última especie señalar que solo la hembra es diferenciable en el campo de la Tangara terciopelo (Ramphocelus passerinii) ya que los machos son igualitos.
Cruzamos el río varias veces, menos mal que el agua está calentita y no cubre mucho ya que no hay puentes, hasta llegar a una bonita cascada. Por la zona vemos dormitar en un árbol a un "tranquilo" Perezoso bayo (Bradypus variegates). También cruzan grupos de Guacamayo macao (Ara macao) que en esta parte del país se muestran muy esquivos. Abraham nos dice que la especie estuvo a punto de extinguirse por los expolios de pollos y huevos, pero que gracias a la protección del cercano Parque Nacional de Corcovado se puede volver a disfrutar de la especie. Seguimos caminando paralelos al curso del agua y sobre una rama se mece un bonito representante del grupo de los Saltarines.
Volvemos al lodge. En la ribera del río observamos al inquieto Andarríos maculado (Actitis macularia) y a un bonito ejemplar juvenil de Cororocoro blanco (Eudocimus albus). De nuevo toca mojarse los pies en el río para llegar al alojamiento. En lo alto de un árbol vemos un curioso colíbrí. Se trata del Colibri piquilargo (Heliomaster longirostris), junto a él "tamborilea" en un tronco una nueva especie de pícido para nuestros ojos. Con esta observación con sesión fotográfica y una estupenda cena, damos por concluída esta primera toma de contacto en Bosque de Río Tigre.
Al día siguiente nos levantamos temprano como viene siendo habitual. Tomamos un café y unas galletas y partimos raudos a recorrer nuevos senderos que parten del lodge. En esta ocasión nos acompaña Ulises, sobrino de Abraham y para el que su juventud no es obstáculo para que conozca al dedillo donde buscar todas las aves que habitan  este bosque húmedo. A pesar del calor que ya se deja notar en estas primeras horas de la mañana, el trajinar de las aves en el amanecer nos hace olvidar de la dureza del clima.
Ascendemos uno de los senderos de esta selva primaria, vemos Paloma colorada (Patagioenas cayennensis), Paloma piquicorta (Patagioenas nigrirostris), Cuco-ardilla común (Piaya cayana). Sobre las ramas de sendos árboles se encuentra, como es habitual en estas especies, Jacamara colirrufo (Galbula ruficauda) y un Trogón de Baird (Trogon bairdii). En una rama de un arbusto se balancea una Tangara cabecigrís (Eucometis penicillata).
Llegados a un otero situado a lado de una granja vemos entrar en la espesura del arbolado, un ejemplar de Busardo caminero (Buteo magnirostris). Desde aquí podemos ver en toda su magnitud esta húmeda selva primaria, alcanzando la vista hasta el colindante Parque Nacional de Corcovado.
Selva primaria de Bosque de Río Tigre
A las 9 de la mañana regresamos al lodge a almorzar. En esas horas el calor ya es intenso, esa sensación térmica se ve aumentada por la gran húmedad reinante en el ambiente. Amenaza tormenta y terminado el rico desayuno estalla el aguacero por lo que decidimos quedarnos en el logde esperando que escampe, cosa que no sucede hasta la hora de comer. La cocina del lodge está también al aire libre y pegada a uno de los senderos que se internan en el bosque. El cocinero nos comenta que por ese sendero bajan todos los días distintas especies de aves a aprovechar los restos de comida que él deja en un claro y que algunos días una de las especies se mete hasta la cocina para verlo trajinar. Cuando nos dice de que especie se trata nos mostramos incrédulos ya que es un ave sumamente esquiva. Pero, en pocos minutos, vamos a comprobar que nuestro cocinero no nos miente.
Tinamú chico (Crypturellus soui)
Ver para creer. Ante nuestros ojos tenemos a esta discreta especie muy difícil de observar por sus costumbres y hábitat. Nuestro Tinamú chico (Crypturellus soui) come con parsimonia mientras todo el grupo aprieta los disparadores de las máquinas para conseguir un buen retrato. Saciada el hambre vuelve a internarse en la espesura de la selva. Seguimos entretenidos observando la evolución y los malabares de una pareja de Ardilla de cola roja (Sciurus granatensis). Sobre el bosque hace un par de pasadas un Elanio plomizo (Ictinia plumbea). Nos avisan que en lugar donde ha estado el Tinamú chico (Crypturellus soui) hay nuevas especies. Cuando llegamos allí están comiendo los restos un Cotara chiricote (Aramides cajanea) junto a una pareja de la bonita Tortolita azulada (Claravis pretiosa).
Tortolita azulada (Claravis pretiosa)
Aprovechamos que sigue el aguacero para adelantar la hora de la comida y así dar tiempo a que cese la lluvia. Cuando por fin se "abre" el cielo nos vamos con Ulises a recorrer un torrente que surca un valle a la salida del pueblo. El poblado es de casas sencillas y allí viven agricultores de la zona y algunos de los pocos buscadores de oro que todavía prospectan el río.
Poblado de Bosque de Río Tigre
Ascendemos por el medio del torrente ya que no hay senderos en las orillas. Normalmente lleva poca agua pero las últimas tormentas le han hecho ir más crecido lo que dificulta nuestra marcha. Tras casi una hora de caminata con el agua casi hasta las rodillas, llegamos a nuestro destino. Allí descubrimos que el duro paseo ha merecido la pena. Sobre la vegetación de la orilla descansa plácidamente un peculiar colibrí.
Picohoz coliverde (Eutoxeres Aquila)
Cumplido el objetivo regresamos hacia el lodge, antes de cruzar el pueblo observamos en una zona encharcada a un pequeño pariente de nuestro Calamón común (Porphyrio porphyrio).
Calamoncillo americano (Porphyrio martinica)
Cuando estamos cruzando el río cae una nueva tormenta. Llegamos al lodge completamente empapados, de la cabeza a las uñas de los pies, pero a la vez contentos de esta fructífera jornada, tras una riquísima cena nos vamos agotados a la cama.

Al amanecer hay un nuevo amago de aguacero, pero finalmente queda en un susto. Aprovechamos para salir a pajarear en este día 24, en la que va a ser nuestra última jornada en Bosque de Río Tigre y que será muy jugosa tanto en observaciones como en fotografías. Y no puede empezar de mejor manera ya que un bonito y difícil Antbird nos saluda en estas tempranas horas de la mañana.
Hormiguero bicolor (Gymnopithys leucaspis)
Hoy vamos a recorrer una zona con algunas pequeñas lagunas y también nos acercaremos a una represa del río. Aquí el paisaje ha sido alterado por la mano humana en la búsqueda del codiciado oro. Pero nosotros buscamos otro tesoro,las aves de la zona y sobre todo las del grupo de los Martines pescadores. De las cinco especies que se pueden ver en Costa Rica, hoy vamos a tener el placer de ver a cuatro de ellas, aunque solo lograremos fotografiar 3, incluída el escaso y para nosotros buscado con insistencia Martín pescador enano (Chloroceryle aenea).
Martín pescador enano (Chloroceryle aenea)
Los otros dos Martines pescadores que conseguimos fotografiar están "perchados" en la vegetación de ribera de un río por el que, mientras nosotros nos dedicamos a la fotografía, vemos subir a un buscador de oro que tiene el aspecto de un personaje salido de un libro de Mark Twain.
Martín gigante neotropical (Megaceryle torquata)

De regreso volvemos a pasar por una de las lagunas, donde observamos Martinete cucharón (Cochlearius cochlearius), Anhinga americana (Anhinga anhinga), Caimán de anteojos (Caiman crocodylus) y una bonita y fotogénica ardeida.
Garcita verdosa (Butorides virescens)
También podemos ver alimentándose de insectos y larvas caputaradas en la corteza de un árbol a una de las muchas especies de Trepatroncos que habitan los bosques costarricenses.
Trepatroncos sepia (Dendrocincla anabatina)
Antes de llegar al lodge vemos una "manifestación" de hormigas arrieras. Es una buena señal ya que van levantando a su paso todo tipo de insectos y por tanto atrayendo a las aves. Efectivamente, en pocos segundos van apareciendo distintas especies aladas para darse un banquete. Disfrutamos con Formicario enmascarado (Formicarius analis), Perlita tropical (Polioptila plúmbea), Picoplano sulfuroso (Tolmomyias sulphurescens), Hormiguero dorsicastaño (Myrmeciza exsul) y Picolezna menudo (Xenops minutus).
Por la tarde volvemos con Ulises a los alrededores del pueblo. Buscamos sin éxito a un pequeño pícido, el Carpintero oliváceo (Picumnus olivaceus). Pero en su insistente búsqueda nuestro ojos se encuentran con una bella y escasa especie muy codiciada por toda la gente que viene a pajarear a esta parte de Costa Rica. La foto no es la mejor del mundo, pero tuvimos que hacerla con digiscoping a pulso y el bichillo se encontraba a bastante distancia.
Cotinga turquesa (Cotinga ridgwayi)
Por la zona donde ayer se movía el Calamoncillo americano (Porphyrio martinica) hoy vemos a una esquiva "polluela". Es la única de su especie que veremos en todo nuestro deambular por Costa Rica. Sus movimientos en la espesura del cañaveral dificultan la foto.
 Con las últimas luces regresamos al lodge. Haciendo balance, estamos satisfechos de lo que en avifauna nos ha deparado Bosque de Río Tigre. El trato ha sido exquisito y Ulises ha sido un estupendo guía y gracias a su saber hemos podido ver especies bastante difíciles de observar. Con él apuramos unas merecidas cervezas, mientras Abraham cocina para tod@s.

El día 25 partimos, tal y como hemos llegado, en taxi hacia Bahia Drake pero antes haremos una parada en Rincón parta intentar ver una de las especies de Cotingas más difíciles: El Cotinga piquiamarillo (Carpodectes antoniae).
Pajareando en Rincón
Mientras esperamos la aparición de esta deseada especie que nos han informado que tiene querencia por uno árboles en concreto, disfrutamos con un grupo de Corocoro blanco (Eudocimus albus), un cercano Caracara chimachima (Milvago chimachima), Cucarachero ventrinegro (Thryothorus fasciatoventris) y una especie del grupo de los Tucanes que todavía no estaba ni en nuestra lista ni en nuestras cámaras.
Cuando parecía que la espera no iba a dar sus frutos y mientras nos entretenemos con una cercana Aguila pescadora (Pandion haliaetus), hace una breve aparición el Cotinga piquiamarillo (Carpodectes antoniae). Solo nos da un par de minutos para que podamos disfrutar de él y le saquemos unas fotos para que ahora todos podaís también disfrutarlo.
Cotinga piquiamarillo (Carpodectes antoniae)
Cumplido el objetivo de la parada, partimos sin más dilación hacia Bahia Drake. Nuestra primera incursión en la península de Osa ha sido altamente satisfactoria y ahora esperamos poderla completar en otro de los sítios míticos de Costa Rica: La Estación Biológica Sirena. Pero eso será en el próximo episodio. Y hasta que llegue ese momento.............

.....Esto es todo por hoy amig@s.............................


No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...