El día 31/07 me acerqué a Santoña. Animado por las observaciones de especies interesantes de limícolas en Reino Unido tenía ganas de tomarle el pulso a la marisma. Quedé allí con Jesús Menéndez quien decidió quedarse en Colindres donde había localizado una Pagaza Piquirroja cuando llegué. Por mi parte me desplacé hasta Cicero donde desafortunadamente la marea estaba muy alta y no había ni un sólo limícola a la vista. Mi siguiente parada fue en la charca de Gandarias que estaba a tope de hirúndidos junto con un poco común Vencejo Pálido, pero limícolas no había ni uno sólo. Se me iban terminando los sitios donde mirar y probé en el observatorio de La Arenilla y allí saltó la sorpresa. En una de las islas que se forman durante la pleamar descansaba junto a otras especie un Chorlitejo Mongol Grande (Charadrius leschenaultii).
Llamada urgente a Jesús Menéndez, sin cuyo teleobjetivo las fotos de esta entrada no hubieran sido posibles, que se presentó veloz en La Arenilla. Avisó a través del grupo de Whatsapp de "Pajareros de Cantabria" a otros amigos y aficionados que se acercaron al lugar para disfrutar de una especie tan interesante. Nos juntamos en el lugar con Marta Mesa Artabe, Diego y Miguel Martín, Ernesto Villodas, Álvaro Bustamente, Baldomero Verrire y Montse Salcines.
La identificación, descartando Chorlitejo Mongol Chico, me resultó complicada porque en principio me pareció que el pico no era tan largo como lo que cabría esperar en la especie. Revisando fotos en casa he podido comprobar que esta característica se encuentra en el límite inferior, es decir, que para la especie parece un ave con el pico corto. Otra cosa que tampoco me cuadraba era el perfil cefálico tan redondeado.
La identificación, descartando Chorlitejo Mongol Chico, me resultó complicada porque en principio me pareció que el pico no era tan largo como lo que cabría esperar en la especie. Revisando fotos en casa he podido comprobar que esta característica se encuentra en el límite inferior, es decir, que para la especie parece un ave con el pico corto. Otra cosa que tampoco me cuadraba era el perfil cefálico tan redondeado.
Sin embargo la longitud de las tibias y el color de las mismas, con un tono verdoso, eran perfetas para Chorlitejo Mongol Grande. Además el tamaño del ave, claramente mayor que los Chorlitejos Grandes con los que compartía posadero, descartaba la opción de Chorlitejo Mongol Chico.
De homologarse se trataría de la cuarta cita en la península después de 2 citas en Cataluña y otra en Galicia. Un citón, que anima a seguir repasando bandos de limícolas durante el pase postnupcial que se nos viene encima.
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