Acababa de llegar a casa, después de pasar el día con Juani, Juanma, Cristina y Pacheco por la zona de Sotoscueva, donde estuvimos pajareando y persiguiendo mariposas e insectos varios, cuando me comunicaron que el fin de semana se presentaba muy propicio para volar. A las ocho de la mañana debía de estar en el campo de vuelo.
Las primeras horas de la mañana y últimas de la tarde son las mejores para volar, porque el aire es mas estable y no hay molestas térmicas, precisamente las que buscan los buitres para volar. Pero también hace mas frío.
Ya es la tercera vez que vuelo en estos livianos aparatos, mezcla de ala delta y sidecar. Y es una gozada.
Las primeras horas de la mañana y últimas de la tarde son las mejores para volar, porque el aire es mas estable y no hay molestas térmicas, precisamente las que buscan los buitres para volar. Pero también hace mas frío.
Ya es la tercera vez que vuelo en estos livianos aparatos, mezcla de ala delta y sidecar. Y es una gozada.