viernes, 30 de julio de 2010

Volando con (o como) buitres

Acababa de llegar a casa, después de pasar el día con Juani, Juanma, Cristina y Pacheco por la zona de Sotoscueva, donde estuvimos pajareando y persiguiendo mariposas e insectos varios, cuando me comunicaron que el fin de semana se presentaba muy propicio para volar. A las ocho de la mañana debía de estar en el campo de vuelo.
Las primeras horas de la mañana y últimas de la tarde son las mejores para volar, porque el aire es mas estable y no hay molestas térmicas, precisamente las que buscan los buitres para volar. Pero también hace mas frío.
Ya es la tercera vez que vuelo en estos livianos aparatos, mezcla de ala delta y sidecar. Y es una gozada.









A las ocho en punto ya estaba en el campo. Los aparatos estaban dispuestos, revisados y comprobado su buen funcionamiento.
!Josemari ponte el casco y sube ya¡
En el primer traid monta Javi y pilota Pedro mientras Alfonso revisa todos los sistemas. En el amarillo montaré yo, y el piloto será nada mas y nada menos que Juanjo San Sebastian. Miembro del AL FILO DE LO IMPOSIBLE y afamado escalador himalayista.
Y allí vamos. No me ha dado tiempo a reaccionar y ya estoy a mas de 300 m de altura sobre las cimas que separan la Merindad de Montija del Valle de Losa. Por debajo nuestro veo el vuelo de algún buitre mañanero.


Espabilado con el aire de la fría mañana empiezo a reconocer lugares, cuando sobrevolamos el cruce de El Ribero.
Nuestro destino es acercarnos hasta Quisicedo y Ojo Guareña. Y pasaremos por lugares por donde el día anterior visite junto a Juani, Juanma, Cristina y Pacheco. Se lo digo a Juanjo, por si es posible sobrevolar esas zonas.

Al fondo vemos el Pico Redón




A nuestra derecha dejamos El Crucero de Montija, donde la carretera de Bilbao se desdobla hacia Medina y Villarcayo.




Nos acercamos al Redón y vemos que al fondo hay bastante nubosidad baja, pero hacia allí nos dirigimos.



Por la derecha veo el desfiladero de Cornejo. En las últimas campas estuvimos afotando, mariposas y algunos raros insectos de la familias de los neurópteros que no había visto antes. Desde allí también vimos alimoches, cuervos, halcón y buitres.



Llegamos a Quisicedo, donde tiene casa un amigo de Juanjo, al que quería saludar desde el aire, pero no vimos a nadie. Parece ser que no se levanto de la cama. Lástima que no seguimos mas adelante, que si no te despertamos Pacheco.




El regreso lo hicimos sobrevolando varias veces Ojo Guareña y la ermita de San Bernabé adosada a su pared y cercana a la entrada del complejo kárstico.








En la misma zona y bajo la entrada de la cueva hay un sumidero donde desaparecen las aguas del río. Las mismas que han formado a lo largo de los millones de años el complejo kárstico mas grande de la Península con mas de 100km de recorrido.





Sobrevolamos Cornejo y pude ver el lugar donde el año pasado estaban los cernícalos primillas y donde este año hemos encontrado una buena comunidad de eslizones tridáctilos. También el lugar donde paramos a comer el bocata cerca del río.






Sobrevolamos el desfiladero de Hornillalatorre, en el que también estuvimos el día anterior, disfrutando del vuelo de variadas rapaces.




De nuevo regresamos a la Merindad de Montija sobrevolando el espeso bosque y bordeando los farallones que se alzan frente a Espinosa de los Monteros




Y para darle mas emoción que mejor que sobrevolar a baja altura las mesetas superiores, para encontrarte cuando éstas se acaban, con un vacío de mas de 300 ó 400m por debajo. Eso impresiona. Es como asomarte a un abismo por sorpresa.




La siguiente meseta es la parte superior de el Redón, coronada de abundantes antenas, con vistas a la Merindad de Montija




Otro vacío después de dejar el Redón y de nuevo estamos sobrevolando el Crucero de Montija. Al fondo esta el Zalama y el puerto de los Tornos en el collado de la izquierda, mientras en el de la derecha está el puerto del Cabrio por donde se dirige la carretera a Bilbao





Poco después el vuelo llega a su fin, mas por el frío que por ganas, después de 50 minutos de sensaciones.
Ya vemos el campo de vuelo. Al fondo nuestros coches. Al bajar se aprecia el aire algo mas cálido, al contrario que por la mañana que hacia mas calor por arriba. La inversión térmica de la noche, vuelve a colocar las masas de aire en su lugar a medida que se calienta el suelo. Eso origina térmicas y movimientos ascensionales del aire que son molestos al volar. Por hoy se acaban los vuelos.










3 comentarios:

  1. Aupa Jose Mari,

    ¡vaya envidia me has dado!

    Eso sí que son Miradas aunque no sean Cantábricas.

    Saludos,

    Iván

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  2. Hola majete:

    Después de leer tu entrada te aseguro que cada vez que esté por Sotoscueva y vea un grupo de Buitres, lo prospectaré con minuciosidad no vaya a ser que alguno sea de la subespecie "aladeltensis". Por cierto,no voleis en temporada de caza, que hay mucho escopetero cegato....

    Saludos de Cris e moi


    Pacheco

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  3. ¡Vaya vuelo, Josemari!

    Para sentirse como un buitre. Ya solo te falta hacer filmaciones en plan Nomadas del viento.

    Un saludo,

    Joserra Martin

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