La pesca del Alca

Durante este duro invierno en el Cantábrico, con temporales encadenados desde finales de diciembre a finales de febrero, los álcidos han tenido que superar una dura prueba de supervivencia. Muchos han muerto en el mar, pero algunos han optado por refugiarse en puertos y bahías donde las condiciones eran algo menos penosas.

De esta manera, he tenido la oportunidad de ver como pescaban las Alcas en el puerto de Santoña e inmortalizarlo en imágenes.

Cuando comienzan su pesca, extienden ligeramente las alas bajo la superficie del agua, e introducen el pico y parte de la cabeza en el agua para localizar a los pececillos.

Una vez han localizado un cardumen, comienza la inmersión con un fuerte aleteo.

Se le pierde de vista, pero enseguida se ve como "hierve" una pequeña zona de la cual surgen un montón de pececillos saltando en todas direcciones.

Y en medio de la "nube" de peces, emerge dando un ligero salto el Alca intentando coger alguno. No siempre tiene éxito, la mayoría de las veces no captura ninguno.

Eso sí, cuando consigue capturar un pececillo, lo exhibe antes de tragárselo.

Luego, toca cuidar el plumaje con una sesión de acicalamiento.

Y por último, relajarse para hacer la digestión del pescado.