Arrimándose a la pared para recibir el necesitado calor, los adultos son los primeros en dejar la obscuridad del cubil.
El macho y la hembra buscan por separado su sitio cerca del nido.
Esta hembra vigila el entorno mientras se solea.
Estos son los jóvenes inquietos que dentro de unos días conocerán otros espacios.
1 comentario:
Buen documento Martín, pues el Mochuelo es una especie muy poco común en Vizcaya con apenas un puñado de parejas.
Saludos,
Juanma.
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