jueves, 8 de septiembre de 2011

Viaje a Laponia. Isla de Hornoya

LUNES, 20 DE JUNIO DE 2011: La joya noruega


(sigue de VIAJE A LAPONIA. VARDO)

Pigargo europeo (Haliaeetus albicilla). Foto Juan Manuel Arribas


Durante esta jornada vamos a visitar la isla de Hornoya, un paraíso para las aves marinas. Nos levantamos pronto para aprovechar el tiempo en el camino realizando varias paradas para intentar fotografiar a los Pigargos. Conseguimos acercarnos a varios de ellos, pero no fue hasta Indre Kiberg donde dos ejemplares adultos aguantaron nuestra presencia permitiendo fotografiarlos.




Pigargo europeo (Haliaeetus albicilla)


Luego en el acceso al pueblo observamos un Gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus) de segundo año, dentro de un grupo de gaviotas que descansaban en la playa.


Gavión hiperboreo (Larus hyperboreus)


En el puerto de Vardo embarcamos en un pequeño barco que por 300 NOK (aproximadamente 40 €) nos llevó hasta la isla donde permanecimos durante 3 horas que resultaron de lo más provechosas. Según nos acercábamos iba aumentando el número de aves en el cielo y en el mar.


Vista de los acantilados de Hornoya


Arao común (Uria aalge)


Frailecillo atlántico (Fratercula arctica)


Alca común (Alca torda)


El barco se deslizaba entre balsas de álcidos, abriéndose paso entre ellas hasta llegar al pequeño embarcadero. Donde nos esperaba un Bisbita costero (Anthus petrosus).


Balsa de álcidos


Bisbita costero (Anthus petrosus). Foto Juan Manuel Arribas


Una vez allí, el ruido de las aves lo envolvía todo, así como el olor a guano, y las aves pasaban rozando nuestras cabezas en un ir y venir constante entre el mar y los acantilados.


Frailecillo atlántico (Fratercula arctica)


Paseando por Hornoya. Foto Coral Bordas


Las paredes estaban cubiertas por cientos de nidos de Gaviota tridáctila, y en las repisas se agolpaban Alcas (Alca torda), Araos comunes (Uria aalge) y Araos de Brünnich (Uria lomvia), mientras en las zonas más bajas se ubicaban los Cormoranes moñudos (Phalacrocorax aristotelis), y en la base de los acantilados los Frailecillos (Fratercula arctica) entraban y salían de sus huras.


Alca común (Alca torda)


Arao común (Uria aalge). Foto Juan Manuel Arribas


Arao común (Uria aalge) forma bridada


Arao de Brünnich (Uria lomvia). Foto Juan Manuel Arribas


Cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis)


Frailecillo atlántico (Fratercula arctica)


Aprovechando tal cantidad de aves, las Gaviotas argénteas, los Gaviones y una pareja de Cuervos (Corvus corax) han instalado sus nidos en toda la isla, asegurándose una despensa constante de alimento. Pudimos observar como robaban pollos de Gaviota tridáctila y depredaban sobre adultos de Frailecillo.


Gaviota argéntea (Larus argentatus)


Gavión atlántico (Larus marinus)


Cuervo grande (Corvus corax)


En la parte más apartada del acantilado, se encontraba un pequeño grupo de Araos aliblancos (Cepphus grylle), que se mostraban muy confiados mientras descansaban sobre las rocas.


Arao aliblanco (Cepphus grylle)


Arao aliblanco (Cepphus grylle)


Mientras en la cuesta que lleva hasta el faro, entre los nidos de Gaviota argéntea, pudimos observar Bisbitas gorgirrojos y Bisbitas pratenses. Pero no damos con los Pardillos piquigualdos (Carduelis flavirostris), lugar tradicional en el cual mucha gente los observa.


Bisbita gorgirrojo (Anthus cervinus)



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