El día 22 de Agosto lo había negociado con Ondina para que fuera el día de “pajareo total” de las vacaciones. Tenía pensado visitar varios lugares algo alejados entre sí de modo que nos llevaría todo el día desplazarnos hasta ellos y visitarlos. Hubo suerte y el día amaneció nublado, manteniéndose así hasta bien entrada la tarde. Mi plan era llegar a primera hora de la mañana a la Laguna de Las Norias. Desde allí acudiríamos a las lagunas de Cerrillos antes de que el calor fuera excesivo, disfrutar entonces de un buen baño en la playa, comer y después dirigirnos hasta las Ramblas de Tabernas para aprovechar las últimas horas de luz del día. El resultado de la jornada fue inmejorable.
Empezamos la misma en la Laguna de Las Norias. Este complejo lagunar, compuesto en realidad por 2 lagunas, lucha por no morir estrangulado por un mar de invernaderos.
A pesar de ello es un lugar muy a tener en cuenta por la presencia de especies de aves amenazadas. Así durante nuestra visita pudimos ver un mínimo de 6 Cercetas Pardillas y un número parecido de Malvasías Cabeciblancas.
El lugar es también interesante por su colonia de ardeidas: a destacar una treintena de Garcillas Cangrejeras y 3 Martinetes Comunes, éstos en vuelo. Además Garcetas Comunes, Garcillas Bueyeras y algunas Garzas Reales fueron las especies que pudimos localizar allí. Otros grupos de aves estaban allí bien representados. Entre las anátidas centenares de Ánades Azulones (sobre todo machos en eclipse), decenas de Patos Colorados y Porrones Europeos eran los más abundantes, aunque también descansaban allí algunos Ánades Frisos, Cucharas Europeos y una solitaria Cerceta Común. Los limícolas sin ser numerosos representaban a bastantes especies: Cigüeñuelas Comunes, Chorlitejos Chicos y Grandes, Correlimos Comunes y Menudos, Andarríos Bastardos, Grandes y Chicos, Archibebes Comunes y un solitario Combatiente. Los estérnidos y láridos eran escasos. Destacaba la media docena de Pagazas Piconegras que descansaban en un brazo de tierra de la zona Norte de la laguna junto a una Gaviota Reidora. Sobrevolaban la laguna Charrancitos y algún Fumarel Común. Los hirúndidos eran muy abundantes, de hecho nunca había visto tantos juntos (miles de Golondrinas Comunes, Aviones Comunes y sobre todo Aviones Zapadores). Otras especies allí vistas fueron el Zampullín Cuellinegro y Común, la Gallineta Común, la Focha Común, la Tórtola Turca y Europea y una Buscarla Unicolor.
Concluida la visita y tras desayunar de camino a Roquetas de Mar pusimos rumbo a las Salinas de Cerrillos. Al sur de esta localidad se encuentra este espacio natural. Podríamos dividir nuestra visita en 2 partes. Una primera para visitar una pequeña laguna rodeada de tarajes donde se ha reintroducido Focha Moruna. Esta laguna está junto a las últimas edificaciones de Roquetas del Mar y el entorno está en un estado de abandono bastante preocupante. Allí pudimos encontrar con facilidad las Fochas Morunas (2 de ellas con collar blanco y código negro, 086 y 136, y al menos 3 más sin collar, presumiblemente procedentes de alguna puesta de años anteriores). Por los tarajes se movían también varios Mosquiteros Musicales.
La segunda parte consistió en acercarnos hasta un antiguo elevador de aguas en las salinas, zona ésta muy interesante para limícolas.
Durante el trayecto pasamos por balsas secas cercanas a las salinas donde descansaban centenares de Gaviotas de Audouin y Sombrías. Una vez alcanzado el lugar disfrutamos de la presencia de abundantes limícolas y estérnidos. La lista de especies de limícolas presentes era muy completa: Avoceta Común, Cigüeñuela Común, una Canastera Común, Chorlitejo Chico, Grande y Patinegro, Correlimos Tridáctilo, Común, Zarapitín y Menudo, Archibebe Común y Claro, Aguja Colinegra, 2 Agachadizas Comunes y un Combatiente. Entre todos ellos me llamó la atención uno que no había visto antes. Era bastante claro. La pinta (eso que los ingleses llaman jizz) era de una Cigüeñuela Común, esbelto y delicado con patas largas y delgadas y un pico largo y muy fino, pero su tamaño era menor que el de los Archibebes Comunes que estaban junto a él. De colores muy pálidos, con las partes inferiores de un blanco puro, las alas, manto, parte posterior del cuello y superior de la cabeza de color pardo-grisáceo y la cara muy blanca. El pico era negro y las patas me parecieron oscuras, por la fuerte luz que reinaba a la hora de la observación, aunque en la foto se adivina un tono amarillo-verdoso. No había duda se trataba de un Archibebe Fino adulto en plumaje de invierno. Nueva especie para ambos.
Los estérnidos descansaban en unas rocas que asomaban de las aguas de las salinas: Charranes Patinegros, Charranes Comunes, Fumareles Comunes y algún Charrancito Común. Por la zona también se movían distintas especies de ardeidas como las Garcetas Comunes, las Garzas Reales y las Garcillas Bueyeras, los Flamencos Comunes, un Martín Pescador y un juvenil de Aguilucho Cenizo entre otras.
Terminamos el día en el Desierto de Tabernas. El lugar es rico en ramblas, barrancos y cortados, aunque las altas temperaturas pueden hacer recomendable evitar la visita en las horas centrales del día.
Como la jornada estuvo acompañada por las nubes entramos en alguna de sus ramblas a unas horas en principio, no recomendables, en búsqueda del Zarcero Pálido Occidental aunque no hubo suerte con esta especie. A la primera rambla entramos desde el desvío al pueblo de Tabernas. El fondo de la rambla era rico en tarajes pero no vimos demasiadas aves: un par de Lavanderas Blancas, Cogujada Montesina, Pardillo Común, Alcaudón Común y Curruca Cabecinegra. Más tarde nos adentramos con el coche por una segunda rambla que da acceso a uno de los lugares donde se realizan espectáculos sobre el Oeste Americano. Nos fuimos desviando hasta llegar a una zona de olivares con claros intercalados junto a la rambla. Un ave que cruzó en vuelo delante de nuestro coche recordándome a un Ruiseñor Común, aunque algo más grande, me llamó la atención. Paramos el coche y posado en el suelo, sobre un montón de tierra, un precioso Alzacola Rojizo levantaba su espectacular cola nerviosamente junto a nosotros, lo que resultaba bastante divertido. Paramos un rato y pudimos observar como un adulto cebaba a un pollo volantón que se escondía en lo más espeso de los tarajes y los olivos.
Una nueva y espectacular especie para nosotros, a la que tenía muchísimas ganas de ver. En la zona también localizamos Collalba Negra, Abubilla, Alcaudón Común y Curruca Cabecinegra.
El día 23 cuando íbamos a abandonar el camping recibí una llamada de Rai. Se había acercado hasta la Rambla de Las Amoladeras y había encontrado un grupo de 8 Chorlitos Carambolos. Raudos y veloces, Ondina y yo, dejamos el camping con todo a medio recoger y nos dirigimos a su encuentro. En diez minutos estábamos allí disfrutando de su compañía y de la visión de un grupo de preciosos Chorlitos Carambolos con el plumaje de verano casi completo pues tenían la muda recién iniciada.
No teníamos demasiado tiempo pues había que dejar el camping antes de las 12:00, pero mereció la pena poder disfrutar de una de las especies estrella del viaje. Un detalle inolvidable ese aviso de Rai que espero poder compensarle en alguna visita que haga a tierras norteñas.
Mientras tanto, las Pardelas cenicientas surcaban el mar frente a nosotros.
Desde ese momento se terminó el pajareo almeriense y todo terminó con unas vacaciones tradicionales de esas de compras, playa y fiesta nocturna.
No me queda más que recomendar la visita a estas tierras almerienses en las que tan buenos momentos hemos pasado disfrutando de su naturaleza en nuestro primer viaje.
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