Esta tarde, tras pasar la mañana pajareando con Juanma por Santoña me he acercado hasta Colindres. En el campo de fútbol me he topado con un solitario Correlimos Canelo (Tryngites subruficollis) en plumaje juvenil que andaba detrás de unas lombrices que llevarse a la boca. Adjunto unas fotos testimoniales.
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