Últimamente le estoy dando gusto a esto de los buitres, Buitres leonados Gyps fulvus. Gracias a que he tenido acceso a algún observatorio cercano a un muladar y algunas carroñas a las que he tenido acceso antes de que desaparezcan gracias al apetito de estas aves, se me han ido acumulando una serie de fotografías que por el recorte sufrido podríamos considerarlas retratos.
Estos clientes además de enigmáticos, provocan rechazo y al mismo tiempo atracción entre la gente, hacen un trabajo sucio pero al mismo tiempo limpian el campo, parecen aves extrañas pero son comunes, antiguas pero funcionales, feos y extrañamente bonitos, pero lo que si hacen bien es posar.
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