sábado, 2 de octubre de 2010

VIAJE A BULGARIA: VALLE DE KRUMOVITSA

ESTRELLAS DE LOS RHODOPES: PERDIZ CHUKAR Y TREPADOR RUPESTRE

(sigue de VIAJE A BULGARIA: RHODOPES ORIENTALES)

El día 12, antes de desayunar, salimos del hotel hacia el Valle de Krumovitsa en las cercanías de Dolmakula con el objetivo de observar, aprovechando las primeras horas de la mañana, Perdiz chukar (Alectoris chukar) y Trepador rupestre (Sitta neumayer).


El valle está surcado por un bonito rio. A un lado del curso del agua se extienden los campos de cultivo a los que empiezan a llegar los lugareños al amanecer, ya que el día amenaza con ser bastante caluroso. Al otro lado del río se extiende un paisaje de cortados que son el hábitat de la Perdiz chukar (Alectoris chukar) y el Trepador rupestre (Sitta neumayer).


Panorámica del Valle de Krumovitsa


Un sendero transcurre entre los cortados y el río, lo vamos recorriendo y haciendo paradas para prospectar las paredes rocosas. Se empiezan a manifestar las primeras especies, a mitad del cortado saltan de árbol en árbol una pareja de Oropéndola (Oriolus oriolus) cuyos bellos colores y melodiosos sonidos alegran a nuestros recién despertados ojos y oídos. Ensimismados con la hermosa Oropéndola (Oriolus oriolus) vemos aproximarse por el camino a una agricultora con su típica vestimenta y con su ganado dirigiéndose a la zona de cultivos.




Campesina búlgara

Un grupo de Carbonero lúgubre (Parus lugubris) se alimenta en un zarzal próximo, de donde también surgen los reclamos del Ruiseñor bastardo (Cettia cetti) y el Zarcero pálido oriental (Hippolais pallida). Siguiendo las evoluciones de caza de un Zorro rojo (Vulpes vulpes) nos topamos con un Roquero solitario (Monticola solitarius) apostado en un saliente rocoso, debajo vemos un nido (un pequeño agujero en la pared), cuando observamos el cubil hace su aparición la pareja propietaria del mismo: el Trepador rupestre (Sitta neumayer). La observación es lejana, aunque con la ayuda del telescopio podemos disfrutar de esta simpática pareja y de forma testimonial el bueno de Leo hace una foto para que podamos plasmarla aquí.

Trepador rupestre (Sitta neumayer) y su nido. Foto Leo Casasola

Ensimismados en la observación aparece un nuevo lugareño camino de los campos, parece ser el marido de la anterior agricultora. Su indumentaria y su medio de transporte y probablemente de trabajo son fiel reflejo de la sencillez con la que vive la gente del campo en los Rhodopes y en todo Bulgaria.

Campesino búlgaro

Después de que todos y todas hayamos disfrutado con la observación y hayamos "bimbado" al Trepador rupestre (Sitta neumayer) seguimos avanzando por el sendero. Un sonido delata a nuestro siguiente "bimbo", se trata de una lejana Perdiz chukar (Alectoris chukar) que hace las delicias del personal. A su derecha le contesta otro individuo de su especie, será que se saludan en estas tempranas horas de la mañana o, quizás, se avisan de la presencia de un grupo de "paparazzis".

Perdiz chukar (Alectoris chukar)

A nosotros se nos cae la "babilla" con el duelo verbal de los dos ejemplares de Perdiz chukar (Alectoris chukar). Cuando, por fin, levantamos la vista de los telescopios descubrimos al lado del sendero una morera cargada de exquisitos frutos. Como no hemos desayunado aún y después de tanto "bimbo" nuestros ojos brillan ante la presencia de las moras y Steve (siempre generoso) se ofrece a recoger algunos frutos que calmen a nuestros jugos gástricos.

Steve recogiendo moras

Avanzamos unos metros más siguiendo paralelos a los cortados y al río. Una Cigüeña negra (Ciconia nigra) bebe en el curso de agua, el Cuco común (Cuculus canorus) avisa a sus vecinos de sus intenciones para con sus nidadas. En los prados cercanos se alimenta un grupo de Cigüeña blanca (Ciconia ciconia) acompañada de Tórtola europea (Streptopelia turtur) y de la abundante Tórtola turca (Streptopelia decaocto). Algo se mueve cruzando el camino, con sorpresa y alegría descubrimos a una Tortuga mora (Testudo graeca) que viene a completar la observación de su pariente la Tortuga mediterránea (Testudo hermanni) que ayer pudimos ver en la zona del embalse de Ivaylovgrad.

Tortuga mora (Testudo graeca)

Después de posar un rato para nuestras cámaras, el quelónido opta por internarse en la vegetación y dirigirse hacia la ribera del río.

Tortuga mora (Testudo graeca)

Optamos por volver atrás en nuestros pasos y dirigirnos al autobús. Juanma hace una señal para que nos detengamos en silencio. El motivo es una Perdiz chukar (Alectoris chukar) que se ha posado en una roca cercana al camino y esta puede ser la oportunidad que esperabamos para sacarle buenas instántaneas con digiscoping.

Perdiz chukar (Alectoris chukar)

Perdiz chukar (Alectoris chukar)

Vídeo de Perdiz chukar (Alectoris chukar)

Antes de entrar en el autobús todavía hay tiempo para echar una última ojeada al Trepador rupestre (Sitta neumayer). Regresamos al hotel donde nos regalamos con un opíparo desayuno que, después de las observaciones de estas primeras horas de la mañana, bien nos hemos merecido.


Tras la "pitanza" y con una calurosa despedida por parte de la amable gente de esta aldea búlgara partimos hacia Asenovgrad. Cuando llevamos recorridos algo más de 20 kilómetros hacemos una parada en una zona en la que predominan unos islotes de arbustos con unas bonitas flores amarillas y que reciben el nombre de Espinas de Cristo (Paliurus spina-christi).

Espinas de Cristo (Paliurus spina-christi)

En esta zona buscamos a la Curruca mirlona oriental (Sylvia crassirostris). Cuando la localizamos vemos que va a ser bastante difícil observarla en condiciones, ya que se muestra muy esquiva y va de arbusto en arbusto, moviéndose en la espesura de la vegetación. Solo por unos instantes asoma en lo alto de un arbusto, lo que nos proporciona una nítida observación pero no nos permite "afotarla". Finalmente se va ladera abajo y perdemos contacto con ella.

En busca de la Curruca mirlona oriental. Foto Nat Argullós

Cuando desaparece la Curruca mirlona oriental (Sylvia crassirostris) otro sílvido hace acto de presenica. Se trata de la Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans), que en Bulgaria es una subespecie ("albistriata") diferente a la de la Península Ibérica y a la que tampoco logramos sacarle ninguna foto. Cuando regresamos hacia el minibús vemos planear en el cielo a un Abejero europeo (Pernis apivorus).

Abejero europeo (Pernis apivorus)



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