martes, 8 de mayo de 2012

Malvasia cabeciblanca

Malvasía cabeciblanca, macho, Oxyura leucocephala

La Malvasía cabeciblanca es un pato buceador de tamaño y peso medio, con mayores dimensiones en machos que en hembras. Tiene una voluminosa cabeza con un prominente pico, así como una larga cola que usualmente mantiene en posición vertical, característica que le ha otorgado el nombre genérico. El plumaje es generalmente de pardo-ocráceo a pardo-rojizo con diferentes tonalidades en distintas regiones del cuerpo.




Malvasía cabeciblanca, hembra, Oxyura leucocephala

Las hembras tienen una coloración más críptica, con tonos pardos y cabeza con mejilla de color cremoso atravesada longitudinalmente por una franja parda bajo el ojo.



Los machos adultos presentan gran cantidad de blanco puro en la cabeza, principalmente distribuido en las mejillas. Además, durante el período reproductor, su pico se torna de gris oscuro a azulado-celeste. La proporción de las partes blancas y negras de la cabeza varía con la edad, siendo más comunes los diseños cefálicos con más negro en los machos jóvenes y más blanco en los machos adultos.
 

Habita generalmente en lagunas, de agua dulce o salobre, con profundidad entre 0.8 a 3 m, provistas de plantas palustres en su perímetro, por ejemplo carrizo, y con zonas abiertas ricas en vegetación subacuática.



La Malvasía se alimenta de semillas de plantas acuáticas, larvas de insectos y otros pequeños invertebrados.




Durante la época de celo los machos comienzan a perseguirse y las hembras acosadas se hacen huidizas. Los machos pelean entre sí, levantando la cabeza y la cola el macho vencedor. En el mes de agosto termina la reproducción, pasando el color azul del pico a un tono más gris.


Suele pasar todo el tiempo en el agua y solo en contadas ocasiones camina por las orillas, haciéndolo en este caso con gran dificultad.


Vuela con gran soltura y rapidez, aunque le cuesta emprender el vuelo y para ello tiene que recorrer un largo trayecto sobre la superficie del agua.


La Malvasía durante el día intercala periodos de reposo, con frenéticos periodos de actividad, en los que se suceden las inmersiones con apenas unos segundos en la superficie.



En sus  inmersiones se ayuda de las patas que las tienen insertadas al cuerpo en una posición muy retrasada y de esta forma puede alcanzar fácilmente los 5m de profundidad, en inmersiones que duran hasta minuto y medio.




La malvasía suele estar separada de otras anátidas; únicamente en invierno puede encontrarse con otros patos buceadores. Suele sumergirse cuando le acecha algún peligro o para buscar comida.


Después de un periodo de tiempo en la que estuvo a punto de extinguirse de la Península, la especie comienza a recuperarse a partir del año 1977 en el que se censaron 22 ejemplares en la Península (laguna de Zoñar).


Desde entonces y a partir de medidas conservacionistas como la compra de lagunas, y un plan de recuperación, la Malvasía ha aumentado de número, hasta cerca del millar de ejemplares que existen en estos momentos.







1 comentario:

juankar dijo...

Veo que le has dado a todo en estas vacaciones, eres un crack

Saludos Juankar.

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