Nos visita José Luis Pina con un bonito relato en torno a la problemática que plantea el proyecto de aerogeneradores en el Busto, Montes de Vitoria. Nos lo ilustra con dos magníficas instantaneas de rapaces que tienen en este enclave su hábitat natural. Julia "Tarabilla" nos muestra un hayedo típico de este ecosistema.
Aguilucho cenizo en fase melánica (Circus pygargus)
Ante todo agradecer a este grupo de personas, que tan bien me han tratado, la oportunidad de poder expresarme en este nuevo e ilusionante punto de encuentro llamado Miradas Cantábricas. Enhorabuena, suerte y muchas gracias.
Jose Luis Pina Jorge
Aguililla calzada (Hieraaetus pennatus)
Montes de Vitoria
De Temeño a su último trampero.
Transcurría la década de los 80, yo descubría los secretos de esta sierra cuando una lugareña de Monasterioguen me contó las andanzas de Temeño, un bandolero del siglo XIX que se refugiaba en una cueva entre el barranco de Ajarte y la cima de Palogán en el corazón de Montes de Vitoria. Yo por entonces no sabía que estos montes eran o iban a ser el refugio de referencia en calidad y cantidad de biodiversidad en lo que se refiere al grupo avifaunistico de las rapaces en el País Vasco. Sin embargo aquella historia me persiguió, dándole a estos montes ese cariz legendario que aportan algunos seres a un lugar deter minado. En pleno siglo XXI Montes de Vitoria sigue manteniendo un personaje de leyenda, su ultimo trampero, que decidió vivir de lo que le proporciona la naturaleza. Dos personajes fuera de la ley, dos personajes a los que Montes de Vitoria dio y da cobijo sin que su equilibrio forjado en varias décadas se vea mermado. Me pregunto si este equilibrio permanecerá intacto ante aquellos que amparados por la Ley, movidos por los intereses de mercado, por políticas reivindicativas de toda índole, con sus molinos de viento quieren formar parte de una leyenda que es exclusiva de Temeños y de su ultimo trampero.
De Temeño a su último trampero.
Transcurría la década de los 80, yo descubría los secretos de esta sierra cuando una lugareña de Monasterioguen me contó las andanzas de Temeño, un bandolero del siglo XIX que se refugiaba en una cueva entre el barranco de Ajarte y la cima de Palogán en el corazón de Montes de Vitoria. Yo por entonces no sabía que estos montes eran o iban a ser el refugio de referencia en calidad y cantidad de biodiversidad en lo que se refiere al grupo avifaunistico de las rapaces en el País Vasco. Sin embargo aquella historia me persiguió, dándole a estos montes ese cariz legendario que aportan algunos seres a un lugar deter minado. En pleno siglo XXI Montes de Vitoria sigue manteniendo un personaje de leyenda, su ultimo trampero, que decidió vivir de lo que le proporciona la naturaleza. Dos personajes fuera de la ley, dos personajes a los que Montes de Vitoria dio y da cobijo sin que su equilibrio forjado en varias décadas se vea mermado. Me pregunto si este equilibrio permanecerá intacto ante aquellos que amparados por la Ley, movidos por los intereses de mercado, por políticas reivindicativas de toda índole, con sus molinos de viento quieren formar parte de una leyenda que es exclusiva de Temeños y de su ultimo trampero.
Hayedo (Fagus sylvatica). Autora: Julia "Tarabilla"
Por último, el enlace a un completo informe sobre esta zona:
http://www.montesdevitoria.org/informe_chrysaetos.pdf
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