Nuestra idea era visitar los collados pirenaicos para deleitarnos con los pasos migratorios de las aves, que ya habían comenzado.
En compañía de Juani, Merche, Agus y Juankar nos dirigimos al puerto de Ibañeta en Roncesvalles y de allí al collado de Lindoux.
Una vez allí el paso de abejeros europeos no nos daba tregua. Entre ellos pasaban también milanos negros, gavilanes y algún cernícalo vulgar. Al mismo tiempo veíamos ratoneros, aguilillas calzadas y buitres de la zona.
Otra cosa era sacarles fotos, (para eso ver el reportaje Migración en Lindoux de Juankar, editado días atrás).
Yo solo conseguí sacar en vuelo a un gavilán, de entre las muchas que saque (desenfocadas)
Después el viento cambió y las aves volaban mas altas, desapareciendo de nuestros objetivos. Ahora nuestras miradas iban hacia los pajarillos que habían criado en las inmediaciones del puerto de Ibañeta.
Por allí revoloteaban los nuevos aprendices a tarabillas comunes, junto a sus primos tarabillas norteñas, currucas zarceras, bisbitas arbóreas, zarcero común y otros.
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