Después de tres años de trabajo sobre esta cuadrícula, por fin el pasado 15 de noviembre hice el último recorrido. Durante estos años, José Mari Salazar y Manolo Domínguez han colaborado conmigo tanto en el diseño de las rutas como en su realización.
Recorridos realizados. Para verlos en Google Earth, click aquí
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A lo largo del estudio se han localizado 1079 aves correspondientes a 46 especies diferentes, que para ser una cuadrícula con ¾ partes por encima de los 600 metros y con una cota máxima de 1200 metros, el resultado no ha estado nada mal.
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La cuadrícula está dominada por extensos bosques de Hayas (Fagus sylvatica) 17,8%, y de Robles (Quercus pirenaica y Q. faginea) 26,5%, representando los pinares (Pinus sylvestris) el 7,3% y los bosques mixtos el 7,8%. Los siguientes hábitats más representados son el de los matorrales 14,3% y el de pastizales y huertas 18,4% destinados principalmente al mantenimiento de la ganadería. A pesar de la elevada altitud media de la cuadrícula, los impresionantes cortados rocosos, que forma la Sierra Salvada a su paso, solo representan el 5,1%.
Ratonero común (Buteo buteo)
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Como cabría esperar en una cuadrícula con ambientes tan dispares, y por encontrarse en una zona de contacto de dos zonas biogeográficas (Atlántica y Mediterránea), la diversidad de especies ha sido significativa.
Bisbita común (Anthus pratensis)
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Las especies que solo son invernantes han mostrado variaciones importantes entre años y por tanto entre los 3 periodos de muestreo establecidos. Los casos más significativos han sido los de los Zorzales reales (Turdus pilaris) y alirrojos (Turdus iliacus) que en alguno de los años se han contado por decenas, mientras que en otros no se han detectado.
Zorzal real (Turdus pilaris)
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También tenemos el caso contrario, especies invernantes que mantenían sus números a lo largo de los años y de los periodos. El ejemplo más llamativo es el del Milano real (Milvus milvus) que ha mantenido un único individuo durante todo el estudio.
Milano real (Milvus milvus)
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Además, cabría destacar aquellas especies que se han detectado en una sola ocasión pero en número muy elevado, debido a que forman grandes bandos para pasar el invierno, como las Chovas (Pyrrhocorax pyrrhocorax, P. graculus) y las Palomas torcaces (Columba palumbus).
Paloma torcaz (Columba palumbus)
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Por otra parte, y debido al eminente predominio forestal de la cuadrícula, las especies más abundantes han sido las forestales, tales como Camachuelos (Pyrrhula pyrrhula), Carboneros (Parus major, P. ater, P. palustris), Herrerillos (Parus cyaneus, P. cristatus), Mitos (Aegithalos caudatus), Arrendajos (Garrulus glandarius), Pinzones (Fringilla coelebs, F. montifringilla), Reyezuelos (Regulus ignicapilla, R. regulus) y Zorzales (Turdus viscivorus, T. philomelos).
Herrerillo común (Parus cyaneus)
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Así como las especies que se adaptan a diferentes tipos de hábitats, como Petirrojos (Erithacus rubecula), Mirlos (Turdus merula) y Cornejas (Corvus corone).
Corneja (Corvus corone)
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En cambio, han sido bastantes escasas las citas de aves que se esperaría encontrar en estos extensos bosques, como los pícidos (Dendrocopos major, D. minor, Picus viridis) y Agateadores (Certhia brachydactyla). Como caso más extremo, está el del Trepador azul (Sitta europaea) que no ha sido detectado en ninguna ocasión.
Pito real (Picus viridis)
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Sin embargo, los pastizales y huertas han sido las zonas con mayor diversidad de especies. De esta manera, se detectaron buenos números de Estorninos pintos (Sturnus vulgaris), Gorriones (Passer domesticus), Bisbitas comunes (Anthus pratensis), Fringílidos (Carduelis carduelis, C. chlori, Coccothraustes coccothraustes), Mosquiteros (Phylloscopus collybita) y Lavanderas blancas (Motacilla alba), como los más destacables.
Jilguero (Carduelis carduelis)
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A pesar de tener una extensión bastante significativa, los matorrales aportaron pocas especies e individuos. A los ubicuos Mirlos (Turdus merula), Zorzales (Turdus viscivorus y T. iliacus) y Petirrojos (Erithacus rubecula), se añadieron Acentores (Prunella modularis), Chochines (Troglodytes troglodytes), Escribanos soteños (Emberiza cirlus) y Currucas capirotadas (Sylvia atricapilla).
Escribano soteño (Emberiza cirlus)
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Para finalizar, voy a hacer alguna reflexión sobre lo que he visto en estos años. La primera es que las aves además de distribuirse por preferencia de hábitats, dentro de estos se distribuyen de forma altitudinal, mostrando un gradiente negativo con la altura. Así, casi la mitad de las aves del estudio se detectaron en el primer recorrido que se realizó por la zona más baja de la cuadrícula. Mientras que los transectos por las cotas más altas apenas aportaban contactos que sumar al estudio. Posiblemente debido a la mayor exposición a los elementos meteorológicos (viento, precipitaciones, heladas, etc).
Gavilán común (Accipiter nisus)
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La segunda es que las aves también muestran un gradiente positivo de abundancia con respecto a las ubicaciones humanas. Así, cuanto más cerca se está de una población, mayor es el número de contactos que se producen y mayor la diversidad de especies. Quizás esto tenga que ver con la mayor disponibilidad de alimento que puede darse alrededor de los asentamientos humanos.
2 comentarios:
Enhorabuena, yo cogí 4 cuadrículas, cuando las termine será como un parto de cuatrillizos, duro pero muyyyy agradecido, lo que se aprende en el campo borra toda la ornitología "de salón".
Jo, Juanma, me has puesto el liston muy alto. Que cronica voy a subir yo cuando termine las tres cuadriculas?.
Muy buen trabajo, y dificil de superar.
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