.... casi todo lo que tengo alrededor pasa a un segundo plano. Decía Tomas en su subida de " Tomates voladores ".
El otro día con las fríos de las últimas nevadas, Nerea trajo en una caja, un camachuelo que encontró en la escuela. Comía manzana de la mano y se mostraba muy tranquilo. Teníamos la esperanza de que se recuperara, pero no pudo ser. Este duro invierno pudo con él.
Hay que reconocer la fuerza de estas pequeñas aves, que aguantan las heladoras noches de invierno, únicamente con su manto de plumas.
2 comentarios:
Pobrecillo, lástima que muriese. Saludos.
Si, ya se que es ley de vida , pero jode cuando ves como un ave tan bella deja de vivir, y ante ello sientes que poco puedes hacer,
Al menos intentais que sobreviviera,
y en estas fotos queda muestra de la belleza de este camachuelo
saluddd
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