ASENTAMIENTO DE AVES ASIÁTICAS EN EUROPA
(sigue de VIAJE A BULGARIA: COSTA DE DOBRUDJA)
El día 10 al bajar al desayuno comprobamos que el patio del hotel está lleno de nidos de hirundínidos repartidos por todos los lados. Esta actitud de tolerancia de los búlgaros hacia estos nidos la hemos visto por todo el país, llegando incluso, como en este hotel, a estar situadas encima de la puerta que conduce a la recepción. Esta actitud de tolerancia parece que se transmite entre las propias aves a tenor de esta imagen de uno de los nido-apartamento de los Aviones comunes (Delichon urbicum) con un inquilino ajeno a esta especie.
Enfrascados en el opíparo desayuno (como ha sido habitual en toda Bulgaría) Steve nos da una buena noticia: Ha salido a pajarear un ratito al amanecer y ha visto un Cernícalo patirrojo (Falco vespertinus) entrando desde la mar. Esta especie se reproduce en la vecina Rumanía y hay individuos en dispersión que se buscan el sustento por la zona, normalmente son individuos no reproductores, pero en alguna ocasión ha habido parejas que han críado por esta zona de Bulgaria. No teníamos confianza en ver a esta rapaz, pero las buenas nuevas de Steve reabren las esperanzas.
Salimos hacia las playas de Durankulak en busca del Carricero agrícola (Acrocephalus agricola), ya que allí tiene su zona de cría entre los carrizos y eneas de sus lagunas litorales. Cuando enfilamos la pista de tierra que conduce a las playas salta la "sorpresa" y se cumple el notición que Steve nos había dado en el desayuno. Sobre un cable eléctrico hay posados dos Cernícalos patirrojos (Falco vespertinus), pudiéndose ver al fondo las torretas de vigilancia de la frontera rumana. Se trata de una hembra y de un macho no reproductor.es La óptica trabaja a tope y la "babilla" se le cada a cada un@ de l@s componentes de la expedición.
Cuando estamos ensimismados observando a estos dos individuos, levantan el vuelo y se ponen a rastrear los cultivos en busca del aperitivo mañanero.
Emprendemos camino hacia el aparcamiento que hay junto a las playas. Nada más descender del minibús vemos levantar el vuelo a dos limícolas, se trata de una pareja de Andarríos grande (Tringa ochropus). En un gigantesco eucalipto se mueven dos pajarillos, cuando los identificamos vuelve la alegría al grupo ya que se trata de dos Alcaudones chicos (Lanius minor) que podemos observar a placer y contemplar sus lances de caza. Hay que aprovechar en estas tierras la observación de esta especie, ya que por nuestros lares la esperanza de contemplarlos es mínimia, este año solo se tiene constancia de la reproducción de 2-3 parejas en todo la Península ibérica.
Nos acercamos a una zona en la que predominan los carrizos y las eneas en busca del ansiado Carricero agrícola (Acrocephalus agricola), nos detenemos a observar a un pajarillo sobre un arbusto, se trata de una Lavandera boyera (Motacilla flava) de la subespecie feeldeg. Debajo de la motacilla y sobre una enea hace su aparición el Carricero agrícola (Acrocephalus agricola). El ave está lejana aunque se le puede apreciar bien con el "teles". Mladen nos propone acercanos al carrizal por un sendero que lo bordea y asi aproximarnos un poco más al Carricero agrícola (Acrocephalus agricola) y poder echarle alguna foto. Nos situamos a lo largo del sendero con toda la maquinaria presta hacia el carrizal.
Un sonido característico de carricero se oye entre las eneas, poco a poco (como quien escala una maroma) aparece el Carricero agrícola (Acrocephalus agricola) emitiendo su reclamo sin cesar ante la presencia de nuestro grupo de "paparazzis" con las cámaras prestas para captar este mágico instante.
Vídeo de Carricero agrícola
Después de gozar con la observación de este nuevo "bimbo" y de consumir con él buena parte de las tarjetas fotográficas, nos dirigimos hacia la playa a ver como está el ambiente "gaviotil". En nuestro camino se nos cruza un bando de Avefría europea (Vanellus vanellus) y somos sobrevolados por un Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) que se dirige hacia un peculiar "rascacielos de apartamentos" donde la gran ocupación por parte de esta especie da idea del problema de vivienda que hay en el Mar Negro.
La mar está lisa como un plato. En la playa la reverberación no deja lugar a la fotografía y nos tenemos que conformar con la observación de las distintas especies de gaviotas que pupulan por la zona. Hay Gaviota reidora (Larus ridibundus), Gaviota picofina (Larus genei), Gaviota patiamarilla (Larus michahellis), Gaviota cabecinegra (Larus melanocephalus) y podemos distinguir al menos a tres individuos de Gaviota cáspica (Larus cachinnans)
Nos dirigimos hacia otra parte de la laguna litoral que discurre paralela a la costa. Es una zona con abundante carrizo donde podemos observar fugazmente a una pareja de Bigotudo (Panurus biarmicus). En la lámina de agua disfrutamos con Porrón europeo (Aythya ferina), Tarro blanco (Tadorna tadorna), Anade azulón (Anas platyrhynchos), Anade friso (Anas strepera). De las isletas que forma el carrizo entran y salen Garza real (Ardea cinerea), Garza imperial (Ardea purpurea), Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) y en uno de los "barridos" con el telescopio podemos ver en una de las isletas más lejanas, posados sobre el carrizo, una pareja de Avetorillo común (Ixobrychus minutus). Se sumergen con celeridad varios Zampullines comunes (Tachybaptus ruficollis) con un bonito plumaje nupcial. Además esta zona es donde se encuentra el núcleo reproductor de Porrón pardo (Aythya nyroca) más importante de Bulgaría, teniendo el placer por nuestra parte de observar un buen número de individuos.
Nos desplazamos hacia otra laguna. Al llegar allí comprobamos que está seca y solo vemos por los alrededores Bisbita campestre (Anthus campestris), Alondra común (Alauda arvensis) y Cigüeña blanca (Ciconia ciconia). Ante la escasez ornítica y en vista de que estamos en las horas centrales del día y el calor aprieta de lo lindo, optamos por regresar al hotel para "picotear" algo y tomar un pequeño descanso antes de "atacar" a la tarde la zona del Cabo Kaliakra. Durante la comida disfrutamos con las pasadas que hacen los Aviones comunes (Delichon urbicum) sobre la piscina.
Terminada la pitanza y tras una breve siesta cogemos de nuevo los bártulos para dirigirnos al Cabo Kaliakra, donde hay posibilidad de observar algún cetáceo, Pardela mediterránea (Puffinus yelkouan) y Cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis desmarestii) y con suerte en los alrededores podríamos encontrar Estornino rosado (Sturnus roseus).
El Cabo Kaliakra es una zona muy concurrida y turistificada. En la zona un grupo de Grajilla (Corvus monedula) se alimentan en los prados costeros. Llama nuestra atención un ave posada en una roca, se trata de una Collalba pía (Oenanthe pleschanka), la especie estrella del lugar.
Es un precioso macho que esta vigilante y expectante ya que ha hecho aparición su pequeño retoño que paseándose delante de nuestras narices busca cobijo en el hueco de unas rocas.
Mientras el macho continúa con los dos ojos puestos en su pequeño, éste reclama un bocado que pronto es proporcionado por su diligente madre.
La hembra ha capturado un ciempiés y despues de darle una buena "tunda" de golpes, se la entrega al hambriento pollito que da buena cuenta del insecto en un santiamén.
Vídeo de Collalba pía
Dirigiéndonos hacia la atalaya vemos sobrevolar los acantilados costeros por grupos de Vencejo común (Apus apus) y Vencejo real (Apus melba), empleamos un rato en intentar ver si entre ellos hay algún Vencejo pálido (Apus pallidus) pero no conseguimos localizar ningún individuo de esta especie.
Una vez en la atalaya nos dedicamos a porspectar la mar en busca de las aves y mamíferos marinos que tengan a bien surcar estas aguas del Mar Negro.
Pronto descubrimos, con sorpresa y alegría, tres individuos de Pardela mediterránea (Puffinus yelkouan) que vuelan a ras de agua. Esta alegría aumenta cuando vemos que bajo las aves marinas, dando saltos en el agua, hay cuatro ejemplares de Delfín mular (Tursiops truncatus). La observación es lejana y no permite sacar fotos. Encantados con la observación de nuestro nuevo "bimbo" y mientras seguimos las evoluciones de Pardelas y Delfines, nos topamos con una singular construcción en el agua, cerca de la costa. Ignacio Olaso, nuestro "lobo" de mar, nos explica que se trata de una almadraba para pescar Atún rojo. En la actualidad está agotado este túnido en el Mar Negro, por lo que Ignacio piensa que la almadraba que vemos está siendo empleada para la captura de túnidos menores.
De regreso hacia el aparcamiento volvemos a ver a la familia de Collalba pia (Oenanthe pleschanka). Echamos una ojeada a los islotes rocosos próximos y descubrimos una colonia de Cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis desmarestiii), subespecie diferente a la que podemos observar en el Norte de la Península Ibérica.
Buscamos, sin éxito, al Estornino rosado (Sturnus roseus) por los alrededores del faro y las praderas costeras adyacentes. Nos dirigimos a ver si hay más suerte a una zona de cortados donde han críado otros años. Hay una pequeña laguna casi colmatada por la vegetación acuática. Cuando empezamos a caminar por el sendero que la bordea un Cuco común (Cuculus canorus) cruza raudo por delante de nuestros ojos.
Vemos en los cortados las evoluciones de Carraca europea (Coracias garrulus), Oropéndola (Oriolus oriolus), Triguero (Emberiza calandra) y Escribano cabecinegro (Emberiza melanocephala). Volvemos ver pasar al Cuco común (Cuculus canorus), es una hembra hostigada por una pareja de Oropéndola (Oriolus oriolus), por lo que suponemos que la primera ha "colocado" un nuevo huevo en la nidada de esta última y melodiosa especie.
Sobre los carrizos son continuas las pasadas del Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) y el Alcotán europeo (Falco subbuteo), que en absoluto intimidan a un Carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus) que está en pleno concierto nupcial, dándonos una exibición de sus dotes para el canto.
Sigue sin haber éxito con el Estornino rosado (Sturnus roseus) que parece que este año no ha elegido esta zona para procrear. Regresamos hacia el hotel. De camino, en las cercanías de Sveti Nikola hay un páramo donde vamos a hacer un último intento de localizar al Estornino rosado (Sturnus roseus). Según descendemos del autobús un ave sale "espantada", se posa unos metros más lejos y al enfocarla comprobamos que se trata de un Alcaraván común (Burhinus oedicnemus) que está acompañado de otro congénere.
Nos distribuimos hacia los cuatro puntos cardinales para intentar dar con el Estornino rosado (Sturnus roseus), pero solo aparecen "bitxos" domésticos de lana.
En esta zona de páramo vemos Terrera común (Calandrella brachydactyla), Alondra común (Alauda arvensis), mucho Estornino pinto (Sturnus vulgaris), Gorrión común (Passer domesticus), Gorrión molinero (Passer montanus) y Gorrión moruno (Passer hispaniolensis). En la punta de un cardo se posa una Calandria común (Melanocorypha calandra) que nos ofrece una bonita pose.
Los campos están llenos de flores entre las que destaca la Digitalis lanata, endémica de la zona de los Balcanes. Como todas las "digitalis" es una planta medicinal y goza del honor de ser en la actualidad la única especie de este género de la que se extraen sus propiedades medicinales.
Damos por liquidada la búsqueda del Estornino rosado (Sturnus roseus) y regresamos al autobús para volver al hotel a cenar. Cuando vamos a entrar en él minibus y con la tarde llegando a su fin, nos sobrevuela un grupo de Paloma bravía (Columba livia) que acude a alimentarse a los cultivos.
En la cena Mladen nos dice que ha estado hablando con compañeros suyos de NEOPHRON TOURS que están por la zona de las Montañas Balcanes Centrales, al este de Sofía, que es donde vamos a finalizar el periplo búlgaro. El caso es que no hay ni rastro de las especies que queremos ver allí (Perdiz griega y Papamoscas papirrojo) por lo que nos proponen cambiar de ruta y dirigirnos hacia los Rodophes en la frontera con Grecia y Turquía. Esto nos supondrá que pasaremos el día 11 casi entero de viaje ya que tenemos que cruzar casi todo el país, a cambio nos dicen que allí tenemos oportunidad de ver Trepador rupestre (Sitta neumayer), Perdiz chukar (Alectoris chukar), Curruca mirlona oriental (Sylvia crassirostris) y de camino a Sofía una colonia de cría de Estornino rosado (Sturnus roseus). Nadie en el grupo se lo piensa dos veces y a pesar de la páliza que supone todo el mundo acepta el cambio de planes.
En las próximas entradas podreis comprobar que tuvimos una decisión acertada y que pudimos disfrutar de lo lindo con la naturaleza de los Rodophes, pero eso será en el próximo episodio.....
(continua en VIAJE A BULGARIA: RHODOPES ORIENTALES)
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