Andando por el monte cargado hasta los dientes, con el hide
colgado a la espalda, el trípode en la mano izquierda y el 500 en la derecha,
sorprendo a esta marta que andaba en sus quehaceres diarios. Dejo el trípode en
el suelo con cuidado y la marta sale a la carrera a toda velocidad hacia
donde estaba yo, sin tiempo para mirar los parámetros de la cámara la puedo
tirar una ráfaga a pulso y este es el resultado.
Marta (Martes martes) |
3 comentarios:
Manu, me dan ganas de coger el coche y subir raudo al norte. Un abrazo!
Máximo
que suerte¡¡parece un ejemplar joven no?
saludos.
Norber
Qué guapa!
A mi también me parece una cría de esta temporada.
Publicar un comentario