martes, 7 de julio de 2009

VIAJE ORNITOLÓGICO A POLONIA (3ª Jornada)

MIÉRCOLES, 13 DE MAYO DE 2009. GUIÓN DE CODORNICES: EL AVE FANTASMA SE NOS MANIFIESTA
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Hoy amanece un día radiante que hace que pronto estemos pajareando por los alrededores de la casa para intentar ver las especies que ayer nos fallaron a causa de la lluvia. Nos dividimos para intentar abarcar más terreno. Álvaro se fue a ver si seguía por la zona de ayer la Curruca gavilana (Sylvia nisoria) y otros fuimos al riachuelo que había frentre a la casa-rural donde habíamos escuchado todos los días al Guión de codornices (Crex crex). Enseguida vemos nuestro primer “bimbo” del la jornada. En una estaca está un Alcaudón norteño (Lanius excubitor) al que se le puede apreciar el pecho y vientre blanquecinos. Según lo estamos observando suena el móvil. Eso significa que Álvaro está viendo a la Curruca. Raudos nos dirigimos a la zona y, efecivamente, sobre unos arbustos situados junto a un pequeño riachuelo está la deseada Curruca gavilana (Sylvia nisoria) a la que observamos durante un buen rato.

Curruca gavilana (Sylvia nisoria) macho




En la misma zona se mueve una pareja de Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio), en esos momentos recuerdo lo que días antes me había contado nuestra guía Marta: la Curruca gavilana (Sylvia nisoria) busca arbustos donde esté criando el Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio) para así gozar de su protección frente a posibles depredadores.
Luego intentamos de nuevo ver al Guión de codornices (Crex crex) en la misma zona en que lo detectamos el día anterior. Por el camino observamos Alondras totovías (Lullula arborea), Colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) y Buscarla pintoja (Locustella naevia). Una vez en el sitio, permanecimos durante unos minutos a la espera de que cantase, pero no fue así. Por lo tanto, decidimos irnos del lugar. Cuando caminabamos por un pequeño sendero a través del pastizal, se levanta un ave a apenas medio metro de Joserra. Se trataba del Guión de codornices (Crex crex), al cual pudimos observar durante unos pocos segundos antes de desaparecer entre la maleza. Todos dabamos palmas con las orejas de contentos que estabamos. Casualmente Álvaro no se encuentra con nosotros porque estaba en el cauce del río buscándolo, agitadamente le hacemos señas para que vuelva. Cuando lo hace, ya damos por perdida una nueva visión del Guión. Pero aún no había acabado todo. Cuando atravesabamos una zona arada y despejada de vegetación camino de la casa-rural para desayunar, se vuelve a levantar un ave, para nuestra sorpresa se trataba de otro Guión, al cual pudimos ver durante más tiempo y apreciar la mancha alar marrón rojiza. Ahora si que el desayuno nos iba a sentar bien.
Tras recoger los equipos nos subimos al bus y nos dirigimos de nuevo a la búsqueda de los pícidos que nos quedaban. Paramos en una zona del bosque donde vemos Carbonero palustre (Parus palustris) y Carbonero sibilino (Parus montanus), además de Papamoscas collarino (Ficedula albicollis).


Carbonero palustre (Parus palustris)
Carbonero sibilino (Parus montanus). Foto Álvaro Rodríguez Pomares
Félix nos avisa de que ha oído unos ruidos en el bosque que bien podrían ser producidos por un Bisonte (Bison bonasus). Ansiosos nos internamos entre los árboles, donde vamos descubriendo rastros de este gran mamífero pero no conseguimos echarle el ojo. Salimos de nuevo a un claro del bosque donde podemos disfrutar del vuelo de dos ejemplares de Águila pomerana (Aquila pomarina) y vemos sobrevolar a una pareja de Aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus) sobre un carrizo rebosante de Carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus).
Antes de comer realizamos un recorrido a través del paraje conocido como Zebra-Zubra. Se trata de un paseo a través de un bosque maduro de alisos con rodales de abetos, por pasarelas debido a que se encuentra inundado. Aquí lo más interesante de todo fue la flora tan singular de la que disfrutamos.
Paris quzdrifolia

Geum rivale
Incluso las plantas parásitas tenían en este recorrido un encanto especial
Lathraea squamaria
Vemos Zorzal charlo (Turdus viscivorus) y Zorzal común (Turdus philomelos). Las Palomas torcaces (Columba palumbus) cruzan de un lado al otro de un bosque donde se oye Petirrojo europeo (Erithacus rubecula), Reyezuelo sencillo (Regulus regulus) y por todas las partes se mueven Carboneros comunes (Parus major) y Herrerillos comunes (Parus caeruleus). Hacia el final del llano recorrido observamos un Mosquitero común (Phylloscopus collybita) y Mosquitero silbador (Phylloscopus sibilatrix).
Mosquitero silbador (Phylloscopus sibilatrix). Foto Álvaro Rodríguez Pomares
Llegamos a una zona donde hay un pequeño zoo con algunos Alces y Bisontes, pero la mayoría preferimos no entrar (todavía quedan muchos días para disfrutarlos donde queremos: EN LIBERTAD). Después de comer y tras un pequeño chaparrón seguimos a la búsqueda de los pícidos. El primer objetivo era el Pito cano (Picus canus), que habíamos oído todos los días, pero que aún no habíamos visto. Por fín lo pudimos ver en unos árboles que janolaban una carretera a las afueras de Bialowieza. Pero no hubo suerte con el Pico tridáctilo (Picoides tridactylus). Encima de los cultivos era constante el patrullar del Aguilucho cenizo (Circus pygargus).
Pito cano (Picus canus). Foto Álvaro Rodríguez Pomares
Luego realizamos un recorrido de unas tres horas por un sector del bosque para finalizar en la casa rural. Queríamos ver epecies como el Cascanueces (Nucifraga caryocatactes) y el Grévol (Bonasa bonasia). No hubo suerte, pero si que pudimos disfrutar de una Buscarla fluvial (Locustella fluviatilis) en un pequeño claro inundado con carrizo y pequeños sauces, desde donde reclamaba constantemente. Cerca de allí observamos Andarríos grande (Tringa ochropus) que había elegido una zona encharcada del bosque para criar y que curiosamente utilizaba para descansar las ramas de los árboles, cosa que nunca antes habíamos visto en esta especie.

Andarríos grande (Tringa ochropus). Foto Álvaro Rodríguez Pomares
En las cercanías de la casa rural vemos una presa hecha por Castor (Castor fiber), en sus aguas hay Cerceta común (Anas crecca) y de las profundidades del bosque aparece el Picamaderos negro (Dryocopus martius).
Picamaderos negro (Dryocopus martius). Foto Álvaro Rodríguez Pomares
Llegamos a nuestro alojamiento y tras cenar nos retiramos a dormir. Tras varios días por los inmensos bosques de Bialowieza, habíamos disfrutado de Corzos (Capreolus capreolus), Ciervos (Cervus elaphus) y Liebres europeas (Lepus europaeus), pero aún nos quedaba pendiente el mayor de sus habitantes: el Bisonte europeo (Bison bonasus).
vpem

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