lunes, 20 de diciembre de 2010

Víbora de Seoane

En el mes de marzo empiezan los reptiles a mostrar cierta actividad en los días más soleados, saliendo de sus escondites a solearse e ir aumentando su temperatura corporal.


Cicero, Bárcena de Cicero, Cantabria. Marzo 2010

En la península Ibérica existen 3 especies de víbora, pero únicamente una es endémica de este territorio y más en concreto de la región cantábrica. Se trata de la víbora de Seoane (Vipera seoanei). Su distribución abarca desde Galicia por toda la vertiente cantábrica hasta los Pirineos navarros, penetrando escasos kilómetros en el sudoeste francés y en el norte portugués.

Mapa de distribución de la Víbora de Seoane (Vipera seoanei)

Se pueden distinguir dos subespecies en función de la toxicidad de su veneno y de otros aspectos de su anatomía. La subespecie cantabrica, de veneno más potente, que ocupa los montes de León y el suroeste de los Picos de Europa, y la subespecie nominal, de toxicidad más baja, que ocupa el resto de su área de distribución.

Peña Angulo, Valle de Losa, Burgos. Septiembre 2002. Foto Aitor Valdeón

Ocupa un hábitat bastante homogéneo a lo largo de su área de distribución, requiriendo que exista una buena cobertura de vegetación que no impida una buena insolación, como son setos, zonas de matorral y bordes de prados y bosques. No es una especie tan lapidícola como las demás víboras. Es más abundante a nivel del mar, pero se la ha citado a 1900 m de altitud.


Cicero, Bárcena de Cicero, Cantabria. Marzo 2010

Su dieta se basa principalmente en roedores, reptiles y anfibios, mostrando una segregación según la edad. Así los ejemplares juveniles se alimentan más de anfibios y reptiles que los adultos. Tienen un metabolismo tan bajo que apenas necesitan 2 o 3 presas al año para tener un crecimiento normal. Hay que decir que son cazadores pasivos ya que capturan sus presas al acecho inoculándoles su potente veneno a través de sus colmillos. Los cuales son los más evolucionados dentro de los ofidios y reciben el calificativo de solenoglifos. Se caracterizan porque son retráctiles y poseen un canal hueco interno que se comunica con la glándula del veneno, de tal forma que actuan como una aguja hipodérmica.


Cicero, Bárcena de Cicero, Cantabria. Marzo 2010

Comienzan su actividad en el mes de marzo y la prolongan hasta octubre. Primero despiertan los machos. Su temperatura corporal debe estar entre 24 y 32ºC para mostrar actividad. El celo ocurre en primavera, mientras que los partos tienen lugar a finales del verano principios del otoño. Es una especie vivípara, pariendo cada hembra entre 3 y 10 viboreznos. La madurez sexual se alcanza a los 4-5 años de edad, cuando alcanzan una longitud de 32-38 cms. A los 10 años alcanzan una longitud de 44 cms, y los ejemplares más longevos en la naturaleza han vivido durante 13 años.


Teza de Losa, Valle de Losa, Burgos. Agosto 2006. Foto Aitor Valdeón

Su mayor amenaza es la destrucción de su hábitat, como consecuencia de la quema de pastos en el manejo de la ganadería, o la mecanicación agraria relacionada con los cultivos extensivos. La persecución humana en cambio solo es un problema de conservación puntual y local.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...