lunes, 18 de abril de 2011

Escapada a Murcia

En el mes de marzo pasado hice una escapada a la zona de Levante, concretamente a Águilas, Murcia. Viaje de visita familiar, pero con alguna escapada.
Viajamos en avión a Alicante, así podríamos visitar el cercano Clot de Galvany. Nuestra sorpresa fue grande al comprobar que en pleno mes de marzo las charcas estaban o completamente secas o con muy poca agua. Solo algunas fochas y un chorlitejo chico iban a ser nuestro premio.


Chorlitejo chico Charadrius dubius





Seguimos camino y paramos en el Centro de Interpretación de Santa Pola, aunque había cierto movimiento de gaviotas patiamarillas, pudimos ver cormoranes grandes en plumaje nupcial, agachadizas comunes, porrones europeos, las primeras cigüeñuelas, lástima la mala situación en donde se encontraban posados, que tenían el fuerte sol detrás. Había que continuar la ruta.
En las salinas vimos grandes concentraciones de flamencos pero muy lejos.

Cormorán grande Phalacrocorax carbo


Cigüeñuelas Himantopus himantopus detrás de una focha

Nuestro siguiente destino era El Hondo, otra visita rápida en un lugar inmenso de recorrer. Pudimos ver casi todas las especies de añades, malvasías, muchísimas gaviotas reidoras, cabecinegras y menos patiamarillas. Milanos negros, aguililla calzada, vencejo real, vencejo pálido, avión zapador, golondina común, golondrina dáurica, todos los primeros del año. Alcaudón meridional, aguiluchos laguneros, calamones, una concentración de tarros blancos en los que conté mas de ciento cincuenta, pero todo lejísimos para hacer fotos, mucho para andar y muy poco tiempo.

Tarros blancos Tadorna tadorna


Gallineta Gallinula chloropus

Ya en Águilas, en una excursión por calas salvajes en la zona de Cabo de Cope pude deleitarme con un grupo de gaviotas de Audouin que descansaban sobre una roca plana, a refugio del fuerte viento de levante. El grupo estaba formado por una cincuentena de aves, de la cuales unas quince tenían anillas. Pude leer mas de una docena, a pesar del viento. De ellas, una tenia clavado en el cuello un anzuelo del que colgaba un largo sedal. A otra le faltaba media pata por debajo de la tibia, pero ambas parecían arreglárselas bien.


Gaviota de Audouin Larus audouinii

Gaviota de Audouin Larus audouinii

Gaviota de Audouin Larus audouinii

En el mar me sorprendió la presencia bastante cercana de alcatraces y pardelas balear. También sobrevolaban la zona gaviotas patiamarillas.

En los campos buena presencia de cogujadas comunes, pero lo demás escaso, algún mosquitero, abubillas, urraca, cernícalo común, conejo y liebre.


Cogujada común Galerida cristata

Otro día me pude escapar hasta la cercana Mazarrón donde hay una balsa llamada Las Moreras que ha sido declarada recientemente sitio Ramsar. Mal cuidado sus alrededores carece de observatorios, pero allí hay un buena población de malvasías, tarros blancos, porrones europeos, etc. Día gris y oscuro para hacer buenas fotos.


Malvasía cabeciblanca Oxyura leucocephala

Malvasía cabeciblanca Oxyura leucocephala

Porrón europeo Aythya ferina

Zampullín chico Tachybaptus ruficollis


Gaviotas reidoras Chroicocephalus ridibundus

Lo que si abundaban eran las golondrinas, tanto comunes como dáuricas y aviones zapadores, que sobrevolaban el humedal y algunas se posaron cerca de puesto de observación. Y eran las primeras del año, recién llegadas.


Golondrina común Hirundo rustica

Golondrina común Hirundo rustica


Golondrina común Hirundo rustica


Golondrina común Hirundo rustica


Golondrina común Hirundo rustica


Golondrina Dáurica Hirundo daurica


Avión zapador Riparia riparia

Como la avifauna no estaba en todo su apogeo en la zona, me dedique a la botánica que si parecía mas variada, al menos extraña a nuestros ojos norteños.
En la zona son muy frecuentes las esparragueras que salen por doquier. Arbustos como la bufalaga daban color a la zona

Bufalaga marina Thymelaea hirsuta

Muy abundantes eran los caracoles del genero Otala, también perseguidos por la gastronomía de la zona

Otala lactea

Los suelos resecos incluso rocosos estaban tapizados de flores como la margarita marina

Margarita de mar Astericus marítima

Pero si alguna planta me resulto extraña por lo desconocido para mi, fue el jopo de zorro, es una planta parásita de las raíces de arbusto y árboles como los tarajes.

Hopo de zorro Cynomomrium coccineum


Otra planta muy curiosa es el cornical. De aspecto temible por lo que parecen unas enormes espinas de hasta 8 cm de largo, que resultan ser unas vainas con semillas. Habita en suelos pedregosos secos.


Cornical Periploca laevigata


Pero ver surgir del suelo, aquí y allá, rompiendo este a su paso y levantando hasta piedras, unos extraños "esparragos" de mas de tres cm de diámetro, no es menos sorprendente.
Se trata de una planta parásita de las quenopodiaceas leñosas que crecen sobre terrenos mas o menos salinos.


Cistanche phelypaea

Pero mas sorprendente es cuando estas estructuras se abren para dar lugar a una enorme espiga de flores de un color amarillo vivo.


Cistanche phelypaea


Cistanche phelypaea

Y siguiendo con el amarillo nada mejor que que una planta que cubre los campos roturados abandonados, caminos y sitios secos. Se la conoce con multitud de nombres como Antiñano, flor de muerto, santimonia, mirabeles, pajitos, ojo de buey o magarza.


Chrysanthemun coronarium


Chrysanthemun coronarium




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