A este insecto se le conoce con diferentes nombres como Saltamontes verde común o Langosta verde, perteneciente al orden de los Ortópteros formando parte de la familia Tettigoniidae con más de 6.400 especies repartidas por las regiones templadas y tropicales del Mundo, que se caracterizan por tener unas antenas filamentosas muy largas y poseer los órganos auditivos en las tíbias del primer par de patas. Esta familia se encuentra más próxima a los grillos que a los saltamontes típicos. En la Península Ibérica existen 50 especies.
La langosta verde resenta un tamaño grande existiendo dimorfismo sexual, siendo los machos (28-36 mm) más pequeños que las hembras (32-42 mm). Estas últimas presentan una estructura curvada al final del abdomen denominada oviscapto que le facilita la puesta de los huevos en el interior del suelo. El ovicapto mide 26-32 mm. Su coloración es verde, aunque ocasionalmente existen individuos de color pardo, y es habitual que muestren una mancha parda longitudinal a través del tórax y las alas.
Los machos producen un sonido chirriante, fuerte y agudo con las alas anteriores, que entonan durante el crepúsculo, que consiste en periodos largos interrumpidos por silencios cortos. Este canto sirve para atraer a las hembras y advertir a los otros machos.
Muestra su mayor actividad durante las horas crepusculares y nocturnas. Se les puede observar durante la primavera tardía y el verano, época en la cual las hembras depositan los huevos dentro de la tierra. En la primavera siguiente surgen unas pequeñas ninfas que por metamorfosis simple se convierten en adultos.
Es un insecto principalmente carnívoro, alimentándose de otros insectos.
Se distribuye por Europa, Asía y norte de África, donde vive en lugares soleados, como prados, zonas cultivadas, claros de bosque, etc, apareciendo desde el nivel del mar hasta los 1800 m.
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