jueves, 2 de julio de 2009

VIAJE ORNITOLÓGICO A POLONIA (2ª Jornada)

MARTES, 12 DE MAYO DE 2009. LA AGACHADIZA REAL NO ES UN MITO PAJARERO

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Ameneció lloviendo, pero unos pocos intrepidos salimos con Félix a dar una vuelta por los alrededores de la casa. No vimos gran cosa, pero un Guión de codornices (Crex crex) nos tuvo entretenidos durante un rato. Cantaba a apenas 5 metros de nosotros, pero fuimos incapaces de verlo. Félix nos comentaba que en algunas ocasiones cuando vas hacía ellos, te pasan por debajo de las piernas y ya no los vuelves a ver. Así que en broma le empezamos a llamar el ave fantasma.

Tras el desayuno, todos al bus y nos encaminamos hacía el embalse de Siemianowka. Nuestro siguiente objetivo era la Lavandera cetrina (Motacilla citreola), además de otras muchas especies acuáticas que moran en esta masa de agua en la misma frontera con Bielorrusia. Nada más llegar subimos a una pequeña torre-observatorio y vemos el movimiento que hay en la lámina de agua: Cisnes vulgares (Cygnus olor) se mezclan con Cercetas carretonas (Anas querquedula), Fochas comúnes (Fulica atra) y bonitos Somormujos lavancos (Podiceps cristatus) en plumaje nupcial. Después de un primer vistazo en el embalse nos dirigimos caminando por una de sus orillas para intentar ver a la Lavandera cetrina (Motacilla citreola). Un grupo de 20 personas pululaban por la zona esperando, al igual que nosotros, ver dicha especie. Al cabo de un rato de espera, al final apareció una hembra de la subespecie citreola para deleite de todos nosotros. Junto a ella se podían ver Lavanderas boyeras (Motacilla flava) de la subespecie flava y una pareja de Tarabilla norteña (Saxicola rubetra) que estuvieron acosando a la hembra de Lavandera cetrina (Motacilla citreola), en lo que parecía una disputa por la posesión del territorio. De fondo, en un carrizo sobrevolado por grupos de Avión zapador (Riparia riparia),el sonido constante del Avetoro común (Botaurus stellaris) y la Buscarla pintoja (Locustella naevia).




Lavandera cetrina (Motacilla citreola) hembra




En los sotos del embalse pudimos observar Curruca zarcera (Sylvia communis), Ruiseñor ruso (Luscinia luscinia) y Zorzal charlo (Turdus viscivorus). Sobre el cielo cruza un Águila pomerana (Aquila pomarina) y mientras la observamos vemos sobrevolar debajo de ella un bandito de cuatro Chorlitos dorados europeos (Pluvialis apricaria). Antes de descargar un fuerte aguacero vemos cruzar por encima del agua un solitario Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) y dos Agujas colinegras (Limosa limosa). Una bonita escena de amor entre una pareja de Charrán común (Sterna hirundo) es captada por el objetivo de Álvaro.





Ceba de cortejo de Charranes comunes (Sterna hirundo). Foto Álvaro Rodríguez Pomares



Pasado el chaparrón nos dirigimos a otra orilla del embalse próxima a unas granjas, donde acompañando al ganado están los Estorninos pintos (Sturnus vulgaris) y las Lavanderas boyeras (Motacilla flava) de las subespecies flava y flavissima. Vemos rauda cruzar una Paloma zurita (Columba oenas). En esa orilla del embalse descansan Avefrías europeas (Vanellus vanellus) y Gaviotas reídoras (Larus ridibundus), mientras a más distancia posada en un poste se encuentra un ejemplar de Gaviota cáspica (Larus cachinnans). Sobrevuelan el agua multitud de Fumarel común (Chlidonias niger), Fumarel cariblanco (Chlidonias hybridus) y Fumarel aliblanco (Chlidonias leucopterus) que nos proporcionan una lección práctica de identificación y diferenciación entre las tres especies. En un prado cercano están encamadas dos Liebres europeas (Lepus europaeus) y en el carrizal se ve al bullicioso Carricerín común (Acrocephalus schoenobaenus). Volvemos al embalse para contemplar como en sus aguas nadan Ánsares comunes (Anser anser) y media docena de individuos de Garceta grande (Casmerodius albus) rastrean las riberas en busca de alimento. Sobrevuela el cielo una gran rapaz por todos esperada y que su inconfundible porte nos haga exclamar casi al unísono ¡Pigargo! No nos hemos repuesto de la aparición del Pigargo europeo (Haliaetus albicilla) cuando un barullo provocado por Estorninos, Palomas y demás pajarillos nos proporciona la observación de un Alcotán europeo (Falco subbuteo) que en vuelo veloz intenta sin éxito la captura de alguno de ellos. En ese revuelo también se levanta un pícido que estaba alimentándose en una de las praderas, se trata de un Pito real (Picus viridis) de la subespecie viridis.

Después de comer visitamos de nuevo el bosque siguiendo nuestra búsqueda de pícidos. Estamos en una zona en la cual el Castor (Castor fiber) había instalado su morada.


Casa de Castor europeo (Castor fiber)

Por la zona hay presencia constante de Papamoscas gris (Muscicapa striata), Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca) y Papamoscas collarino (Ficedula albicollis), pero el deseado Papamoscas papirrojo (Ficedula parva) no se le oye por ninguna parte, parece que todavía son fechas relativamente tempranas y aún no han llegado a Bialowieza. A quienes si oímos es al Pájaro moscón (Remiz pendulinus) y al pequeño Reyezuelo sencillo (Regulus regulus), sobre una pícea reclama un Torcecuello (Jynx torquilla). Por fin podemos disfrutar de muy buenas observaciones de Pico dorsiblanco (Dendrocopos leucotos) que se alimenta con tranquilidad, para nuestro deleite, en un tronco hasta que la llegada de un Pico picapinos (Dendrocopos major) hace que el dorsiblanco busque otra despensa, todo ello acompañado de un concierto multitudinario de Rana verde (Rana sculenta). Hay mala luz y solo conseguimos esta testimonial imagen de los dos pícidos.


Pico dorsiblanco (Dendrocopos leucotos) y Pico picapinos (Dendrocopos major)

En el bosque también se puede disfrutar de la flora de la zona que amablemente nos va explicando Marta, a la que se le nota que disfruta con su afición-trabajo: LA NATURALEZA POLACA. Un Corzo (Capreolus capreolus) cruza el camino y una pareja de Ardilla roja (Sciurus vulgaris) busca alimento de rama en rama.


Chrysosplenium oppos

Vemos a muy baja altura un Pigargo europeo (Haliaetus albicilla) acosado por un Cuervo (Corvus corax) , así como un grupo de tres Abejeros europeos (Pernis apivorus) y algunos individuos de la subespecie escandinava de Trepador azul (Sitta europaea europaea). Para terminar el día, el plato fuerte vamos a ver un lek de Agachadiza real (Gallinago media), en el que desde días atrás se puede disfrutar de la parada nupcial de esta esquiva ave. Nada más llegar al sitio, nos cayó un buen chaparrón. Muchos ya pensamos que no las ibamos a ver, pero aguantamos estoicamente bajo un precioso arco iris y el constante vuelo nupcial de la Agachadiza común (Gallinago gallinago) y la Chocha perdiz (Scolopax rusticola), Tarabillas norteñas (Saxicola rubetra) y Bisbita arbóreo (Anthus trivialis) se dejan ver por toda la zona.


Parte del grupo en el lek de la Agachadiza real (Gallinago media)

En algunos momentos la lluvia fue intensa. Esto junto a un terreno encharcado y el viento que soplaba hizo que fuera la única vez de nuestro viaje en el que apareció la sensación de freskito, pero la emoción del momento hizo que esto no se notase aunque nuestra indumentaria dijese lo contrario, pero para algo sirve ser de Bilbao aunque algunos no sean del mismo “sentro”.


Los vascos chupando frío en el lek

Sin luz para sacar fotos, pero con la suficiente para poder verlas a traves del telescopio, observamos sus típicos saltitos de cortejo, todo cargado de emoción porque por fin este grupo de pajareros pudo confirmar que la Agachadiza real existir…..existe.

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