SÁBADO, 16 DE MAYO DE 2009. NUESTRO ÚLTIMO PÍCIDO: EL PICO SIRIO Y…..SORPRESA!:POLLUELA BASTARDA
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Para este último día solo nos quedaba una especie objetivo: el Pico sirio (Dendrocopos syriacus), así que la mañana la dedicamos a intentar localizarla. En esta ocasión dejamos atrás las marismas y nos adentramos en campos de siega y bosquetes de ribera. Primero hicimos una parada en una zona de pasto para el ganado, donde entre las vacas se alimentaban Alondra común (Alauda arvensis), Lavandera blanca (Motacilla alba) y Avefría europea (Vanellus vanellus). Un Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) está suspendido en medio de un sembrado intentando que algún roedor le sirva de desayuno. En los cables eléctricos hay posado un Busardo ratonero (Buteo buteo), el Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) no deja de patrullar la zona húmeda, donde, entre el carrizo, vemos a un Cisne cantor (Cygnus cygnus) que bien pudiera estar incubando su nidada.
Cisne cantor (Cygnus cygnus). Foto Álvaro Rodríguez Pomares
Seguimos camino en busca del pícido anhelado, a los lados de la carretera vemos comiendo en los cultivos a parejas de Faisán Vulgar (Phasianus colchicus). Cuando llegamos a la zona boscosa y antes de descender del autobús, cruza raudo el cielo para internarse en la espesura un Gavilán común (Accipiter nisus). Por el bosquete se mueven Mosquitero común (Phylloscopus collybita) y Mosquitero silbador (Phylloscopus sibilatrix), en los claros del bosque y sobre los espinos podemos ver Zarcero icterino (Hippolais icterina) y Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio). Ahora nos adentramos en una zona de campos de siega y bosquetes de ribera en las cercanías de Tykocin, donde logramos ver a una pareja de Pico sirio (Dendrocopos syriacus) que están transportando ceba al nido.
Pico sirio (Dendrocopos syriacus) macho
Una vez cumplido nuestro objetivo nos dirigimos hacia una zona húmeda en la que hay una pequeña torre-observatorio ya que en esa zona se suele mover el Camachuelo carminoso (Carpodacus erythrinus). Esta especie no la logramos ver en todo el viaje, parece que todavía no ha llegado a Polonia. Por supuesto en la zona que visitamos, los sauces por los que se suelen mover están vacíos, pero nos aguardaba una última e inesperada sorpresa: una Polluela bastarda (Porzana parva), que la mitad de los miembros del grupo logran ver, los demás solo logramos escucharla, cuando se asoma por unos instantes en un pequeño canal. La vuelta por el sendero hacia el autobús discurre entre un pequeño bosquete de ribera, allí Joserra, que era el único del grupo que no había logrado verlo aún, puede disfrutar por fin del Ruiseñor ruso (Luscinia luscinia). El camino es amenizado por Carbonero garrapinos (Parus ater), Camachuelo común (Phyrrula phyrrula), Carbonero común (Parus major). Álvaro, uno de los miembros del grupo ve un Mito (Aegithalos caudatus) que pasa tan raudo que no le da tiempo a comprobar si pertenece a la subespecie caudatus. Nos dirigimos hacia una colonia de cría de Avión zapador (Riparia riparia). Es una cantera de arenisca donde, entre el polvo de los camiones, vemos entrar y salir Avión zapador (Riparia riparia) de los agujeros excavados en la ladera. Se oye Codorniz común (Coturnix coturnix). Vemos en los cables posado un ejemplar de Collalba gris (Oenanthe oenanthe). Los nidos excavados en las ladera también cobijan a una población de Abejaruco europeo (Merops apiaster), pero no vemos a ninguno. En uno de los campos de cultivo próximos hay encamada una Liebre europea (Lepus europaeus).
Liebre europea (Lepus europaeus)
Comemos en la zona donde vimos al Correlimos de Temminck (Calidris temminckii) el día anterior. En esta ocasión no lo logramos ver, pero en su lugar se alimenta un Correlimos menudo (Calidris minuta), acompañado de Archibebe común (Tringa totanus) y Archibebe claro (Tringa nebularia), además de Correlimos común (Calidris alpina), Combatiente (Philomachus pugnax), Aguja colinegra (Limosa limosa). Hay Gaviota reidora (Larus ridibundus), Charrán común (Sterna hirundo) y Charrancito (Sterna albifrons). También se pueden observar comiendo juntos a Andarríos grande (Tringa ochropus), Andarríos chico (Actitis hypoleucos) y Andarríos bastardo (Tringa glareola).
Andarríos bastardo (Tringa glareola)
Este lugar, donde como dijimos anteriormente hay un pequeño observatorio, es más bien una zona de picnic, que además de contar de algún banco de madera y mesa improvisada para poder comer, dispone de baños públicos un tanto curiosos.
Retrete polaco
Cambiamos de zona dentro de la marisma. Ahora vemos Garceta grande (Casmerodius albus), Cigüeña negra (Ciconia nigra), Zorzal común (Turdus philomelos), Zorzal real (Turdus pilaris) y la abundante Cigüeña blanca (Ciconia ciconia). Aparece en el horizonte en formación un bando de seis Ansares comúnes (Anser anser). Sobre el río patrullan varios ejemplares de Fumarel común (Chlidonias niger) y sobre las estacas de los cercados vemos posadas Lavandera boyera (Motacilla flava) de la subespecie flava y Tarabilla norteña (Saxicola rubetra). El grupo se desperdiga por los alrededores, unos buscando indicios de mamíferos y otros buscando a un Escribano hortelano (Emberiza hortelana) que no quiere aparecer, aunque en algunos momentos nos obsequia con su reclamo. Hay relax en todos nosotros, incluídos los guías, ya que los objetivos en cuanto a especies se refiere han sido cumplidos.
Félix y Marta disfrutando de las vistas de las marismas
Cuando estamos oteando el horizonte en busca de algún Alce (Alces alces) para despedir nuestra visita a las Marismas del Biebrza, vemos alimentándose a dos individuos en la lejanía. Cuando nos disponemos a partir, Félix nos avisa de que un ejemplar de Alce (Alces alces) ha salido de una “isla de matojos” que está más cercana. Lo podemos observar durante varios minutos, sirviendo la visión de este majestuoso rumiante como colofón a una grata jornada.
Alce (Alces alces)
Ahora si que nos quedamos relajados, el grupo se sienta para descansar y comentar la agradable sensación que nos han producido los dos Parque Nacionales que hemos visitado en Polonia. La impresión general es de haber estado disfrutando de la naturaleza en estado “casi” puro. Con estos pensamientos el sol nos despide en el horizonte convirtiendo este momento en algo mágico.
El final del día. Foto Ricardo López
Todavía no nos habíamos ido, y ya empezabamos a notar la nostálgia de estos espléndidos días por tierras polacas. O quizás se tratase del cansancio acumulado, que hacía que ya no nos quisiéramos mover de allí. Fue nuestro último día de pajareo. Tras la cena hicimos balance de nuestra estancia e intercambiamos impresiones tanto entre nosotros como con nuestros guías.
vpem
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