Hacia tiempo que tenia ganas de disfrutar de la visión de este extraño pero simpático reptil. En todo los viajes al sur de la Península, lo había intentado un poco a medias, y el resultado siempre fue nulo.
Esta vez era una de mis prioridades. Había que verlo si o si.
Dada su particular naturaleza, su escasez, su hábitat y sobre todo su enorme poder de camuflaje, la cosa no iba a ser fácil. Así que hubo que retomar toda la información posible sobre el.
Una vez en el lugar, donde se supone que los hay seguro, hay que buscarlos y es realmente difícil. Por fin alguien me puso sobre la pista y a pesar de que me indicaba con el dedo donde estaba, yo era incapaz de verlo.
Por fin después de largas indicaciones, mi vista comienza a separar al animal de la vagetación. Primera sorpresa, yo los daba por mas pequeños.
Aunque no son mucho mas largos que un lagarto verde, su estructura, mas alta y comprimida lateralmente, al contrario que los lagartos, hace que su volumen sea mayor.
Y son realmente....... increíbles
Que un animal de ese tamaño pase desapercibido es inimaginable, y solo se explica por su maravilloso traje de camuflaje. Cuesta mucho encontrarlos en la vegetación a pesar de estar relativamente cerca.
Lo que al principio parecía una quimera, el poder encontrarlos, luego con la ayuda de Andrea y su compañera vimos algún otro. Poco a poco, como espectros, parecían disociarse de la vegetación, una vez acostumbrada la vista, una vez claro esta, de que nos indicaban donde estaba.
Pero si difícil era verlos con nuestros propios ojos, la cosa se complicaba para verlos a través del visor de la cámara. Mas de un intento había que hacer para poder dirigir el tele al camaleón.
Gracias a que no son huidizos, confían plenamente en su camuflaje, y a sus lentos movimientos, se les puede enfocar con cierta tranquilidad.
Sin embargo, y cuando notan ser observados se retiran discretamente al interior de los arbustos. Se mueven con lentos movimientos, pero que en cuanto le quitas el ojo, sencillamente desaparece.
Los machos son algo mas grandes y de color mas liso, mientras que las hembras que son algo mas pequeñas y de color mas jaspeado. Como esta de la imagen superior que además por lo que nos dijeron estaba grávida.
Con lentos movimientos se acercan a la presa, a la que tiene detectada. Cuando esta a distancia dispara su larga lengua, en un abrir y cerrar de ojos.
Su cola prensil le permite hacer grandes equilibrios para pasar de una ramita a otra.
O simplemente esperar agazapado a la espera de una presa.
A finales de septiembre las hembras buscan una zona arenosa con hierbas dispersas, donde poner los huevos. Del mismo lugar, un mes antes han nacido los nuevos camaleones.
Y es que su incubación en la arena dura casi el año. De muy pequeño tamaño ya son capaces de sobrevivir cazando por sus propios medios.
Sin duda alguna, otro espectáculo de la naturaleza.
1 comentario:
Aupa Josemari, quien pillara uno de esos. Seguro que me quedaba sin tarjeta.
Saludos Juankar
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