
En este gran conjunto rocoso, el relieve adquiere un sinfín de formas caprichosas. Estos montes rocosos son como islas que emergen de un mar de bosques, matorrales y prados. A consecuencia de ello, la comunidad animal y vegetal que aquí habita, se asemeja a la de zonas como Pirineo y Picos de Europa.
Este es mi mundo, y siempre que puedo me escapo a estas islas de tierra adentro
... Concluida la operación bisbita alpino, regresé al collado para reencontrarme con Iñaki y Luís. Iñaki subió a por el bisbita, Luís permaneció en el collado, y yo cambié de lado buscando el roquero.
Primero aparecieron las chovas piquigaldas con su típico reclamo.
Chova piquigualda ( Pyrrhocorax graculus )
Fue Luís quien vio la hembra alimentándose en el suelo, se comió alguna lombriz, un par de vueltas por la rocas y desapareció.


El macho cantaba en su posadero, me dejó subir, pero estaba muy escondido. Cambió de posadero y ascendiendo en el aire, para ganar altura, comenzó a cantar mientras caía con las alas y la cola abiertas, sin posarse remontó el vuelo en tres ocasiones para tirarse otra vez, exhibiendo todo su colorido. Finalmente cambió de ladera.


Regresé al collado y vimos otros dos machos y una hembra. Uno de los machos descendió al collado y nos dejo escuchar su melodioso canto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario