Escribanos Lapones en Cabo Quintres

El pasado sábado era el día que mejor tiempo se preveía del fin de semana, así que nos juntamos Juankar, Jose Mari, Agustín, y yo para pasar el día por los cabos Cantabros. Quedamos en Colindres algo antes de la pleamar, el día amanecía mucho mejor de lo previsto, pero no nos paramos mucho allí porque el primer objetivo eran los Escribanos Lapones de Cabo Quintres. Al llegar el viento ya hacía de las suyas, con fuertes rachas que hacía que los pájaros estuviesen a refugio entre las matas de hierbas. Las bisbitas que se levantaban de repente desaparecían como balas por el fuerte viento. Al rato dos bisbitas que suenan distintas al salir volando, las seguimos y efectivamente son dos Bisbitas de Richard (Anthus richardi), a las que solo podemos sacar alguna foto testimonial.
Después de un buen rato recorriendo las campas de la zona en busca de lugares donde el viento diese algo mas de tregua, y ya cuando volvíamos al coche para marcharnos vemos un pájaro delante nuestro... es una Alondra (Alauda arvensis)... no! es el Escribano Lapón (Calcarius lapponicus), y seguido otro junto a él. Los tenemos a menos de 10 metros, el viento nos pega de lleno, dificultandonos a nosotros sacar las fotos y que los Escribanos levantasen en vuelo, por lo que estuvieron alimentandose a pocos metros durante más de 10 minutos.

Escribano Lapón (Calcarius lapponicus)

Pongo algunas fotos y un vídeo de los Escribanos:

Pareja de Escribanos Lapones (Calcarius lapponicus)

Después de reponer fuerzas y celebrar las observaciones, cogimos dirección a las dunas de Liencres, y por el camino paramos en las Marismas Blancas, donde había gran cantidad de anátidas concentradas en las zonas donde el carrizo les protegía del viento. Lo más destacable fue una hembra de Porrón Bastardo (Aythya marila) que permaneció bastante tiempo descansando.

Foto testimonial de Porrón Bastardo (Aythya marila)

Ya en Liencres comimos y fuimos hasta las dunas, al final de la playa de Valdearenas, nos pilló la lluvia que con el viento y la arena no nos dejó ver gran cosa, así que después de parar nos dirijimos a Cuchía, donde el día se volvió primaveral. Una bisbita con las marcas mas nítidas y pecho más blanco nos entretuvo un rato, pero al final la dimos por un ejemplar con el plumaje desgastado.

 Bisbitas pratenses (Anthus pratensis) en Cuchía

Por último nos dimos una vuelta por la cantera de Cuchía, donde aparecieron unos Escribanos Palustres alimentándose en los Plumeros de la pampa, pero el viento no nos dejó sacar fotos decentes.

 Escribano Palustre (Emberiza schoeniclus)

Cuando bajaba el sol cogimos camino de vuelta a casa tras haber pasado un dia mejor de lo esperado y en buena compañía.