¿Quien no se ha detenido alguna vez para observar el vuelo de estas maravillas aladas?. Uno de los grupos más antiguos sobre la faz de la Tierra, las Libélulas, y más en concreto en este caso, un Caballito del diablo. La diferencia más simple entre libélula y caballito, es que las primeras descansan con las alas extendidas, mientras los segundos las pliegan sobre su cuerpo. Pertenece a la familia de los Calopterygidae, que tiene 5 especies en Europa, de las cuales 3 están presentes en nuestra fauna.
Esta especie recibe el nombre de Caballito del diablo Azul, siendo el más grande dentro de su género, llegando a los 49 mm de longitud. Los machos muestran una coloración azul cobalto metálico que se extiende por sus alas, mientras las hembras son de color verde metálico, con las alas transparentes pero con tonos parduscos.
Su vuelo es lento, tipo mariposa, posándose sobre el extremo de las plantas con el cuerpo inclinado hacia delante en una postura típica. Los machos son sumamente territoriales, defendiendo un tramo de corriente donde la hembra depositará los huevos en la vegetación subacuática. Atraen a las hembras mediante un elaborado vuelo de cortejo, en el que muestra el color de sus alas.
Ocupa principalmente aguas corrientes frías, pequeñas y sombrías, siendo su hábitat clásico los arroyos de pequeños bosques. Se la puede ver desde mayo hasta finales de septiembre, llegando a ser localmente común, y faltando en muchas áreas del sur de Europa. En la Península Ibérica se le puede encontrar en la mitad norte, faltando en la meseta.
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